2025

"un año de renovación para la vida"

Por Édgar Rodríguez Cruz

Enero, 2025

 

 

El 2025 es un año de transición crucial y decisivo no solo para Colombia, sino para la humanidad en su conjunto. La situación geopolítica, las guerras, los conflictos internos, el cambio climático, la transición energetica, la consciencia ambiental, la protección de la Naturaleza y la disminución de las inequidades sociales, son compromisos que la humanidad, especialmente la ciudadanía, deberá afrontar para evitar el escenario apocalíptico a que nos está llevando la ambición que hoy manipula las relaciones internacionales y el poder. En este sentido, el despertar del espiritu comunitario es fundamental.

 

En el plano nacional, la actividad política se intensificará en función de las elecciones para presidencia y congreso del 2026, por lo que el 2025 se convertirá en un periodo de gran dinamismo, pues se definirán las candidaturas al Congreso, a la vicepresidencia y a la presidencia, lo que, sin duda, redefinirá el panorama político de la nación.

 

En este escenario de elecciones democráticas, el presidente Gustavo Petro estará obligado a reconfigurar su gabinete, por lo que, probablemente en marzo del 2025, se presentará un remesón ministerial que perfilará el camino socioeconómico de Colombia hasta agosto del 2026. En este marco, el 2025 será un año de oportunidades: el gobierno tendrá una posible circunstancia favorable para dar cumplimiento a algunos de sus compromisos electorales, el electorado podrá optar por una renovación política en materia de candidaturas, propuestas y movimientos que recojan las preocupaciones sociales y ambientales más apremiantes. Finalmente, es una circunstancia favorable para la democracia colombiana en función de separarse de las viejas relaciones arcaicas y partidos que han atado el país al atraso. 

 

Uno de los temas más trascendentales en este 2025 será, sin lugar a dudas, el cambio climático, la protección de la naturalez y la consciencia ambiental. En la reciente COP 16 celebrada en Cali, los líderes mundiales y los expertos han dejado claro que estamos acercándonos peligrosamente al "punto de no retorno". Esta conclusión no es solo un llamado de atención, sino una advertencia urgente sobre la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, eliminar los plásticos de un solo uso y proteger los recursos naturales, especialmente los árboles y el agua. Este compromiso no debe ser solo parte de la agenda política, sino también un tema transversal de las líneas editoriales de los medios de comunicación alternativos para generar los cambios culturales y el fortalecimiento de la consciencia ambiental urgentes y necesarios para transformar de manera consecuente las acciones cotidianas de la sociedad.

 

El 2025 será un año para consolidar políticas ambientales de gran calado, que promuevan una transición hacia la sostenibilidad. El mundo no puede darse el lujo de esperar más: las transformaciones deben ser rápidas y de gran impacto. En este sentido, el trabajo conjunto de gobiernos, empresas, sociedad civil y comunidades será esencial para afrontar los retos del cambio climático. La conciencia y la acción deben unirse para garantizar un futuro habitable para las generaciones venideras.

 

De acuerdo con el Calendario Maya, el 2025 es un año clave para la renovación, un tiempo en el que el trabajo conjunto y colectivo será la clave para avanzar hacia otro tipo de humanidad. La primera mitad del año estará dominada por energías que impulsan el cambio y el equilibrio emocional, invitando a reflexionar sobre lo esencial, enfocándonos en lo que realmente importa y en construir un bienestar que trascienda lo individual, fomentando la unidad y la colaboración. En esta etapa, las relaciones interpersonales, tanto a nivel personal como colectivo, ganarán importancia, marcando el principio de un ciclo transformador.

 

En la segunda mitad del 2025, entramos en un ciclo enfocado en la acción y la creación. Este será un momento propicio para sembrar nuevas ideas y proyectos que se desarrollarán en lo material, lo emocional y lo espiritual. Es un periodo para trabajar con constancia y enfoque, donde la perseverancia será la clave para materializar los cambios que necesitamos. 

 

Este 2025 será también el año de la Serpiente en el horóscopo chino. Los años de la Serpiente se asocian con tiempos de reflexión profunda, transformación y crecimiento personal. Por lo que el 2025 es un año en el que la sabiduría y la paciencia se convierten en herramientas clave para afrontar los retos y tomar decisiones estratégicas. La Serpiente es vista como un signo de transformación, y las personas nacidas bajo este signo suelen ser más introspectivas, buscando el conocimiento y la comprensión a un nivel más profundo. Este es un momento propicio para hacer balance de lo vivido y tomar decisiones que permitan avanzar hacia una versión mejorada de uno mismo, en lo personal y en lo colectivo.

 

En el escenario geopolítico, estamos, sin duda, ante un momento decisivo para la humanidad. El genocidio en Palestina perpetrado por el gobierno sionista de Israel con el consentimiento de Estados Unidos; la guerra en Ucrania; los conflictos internos en Sudán, Etiopía, República Democrática del Congo y Siria; las tensiones sociales en Haití; y la necesidad de continuar con los proceso de Paz en Colombia, entre otros, muestran la necesidad urgente de abandonar la guerra como una opción para la resolución de conflictos. La humanidad debe aprender a anteponer el respeto por la vida por encima de los intereses particulares de grupos de poder, y centrarse en la construcción de un mundo más justo y pacífico.

 

Los conflictos bélicos no solo destruyen vidas humanas, sino que también perpetúan la pobreza, la inequidad y el sufrimiento. La sociedad global debe rechazar la violencia y buscar soluciones diplomáticas que promuevan la Paz, para esto se requiere un compromiso de todos los actores políticos, sociales y económicos para dejar de lado las ambiciones egoístas y pensar en el bienestar colectivo. La humanidad debe abrazar el respeto por la vida y la justicia como principios fundamentales para la resolución de conflictos.

 

Los retos urgentes en materia de transformaciones políticas, medio ambiente, cambio climático y paz que se nos proponen para el 2025 para lograr las transformaciones necesarias que cimenten una humanidad más justa y equitativa, confluyen en las recomendaciones y reflexiones que nos ofrece el Calendario Maya: básicamente, despertar el espíritu comunitario. Solo a través de la colaboración y el respeto mutuo, podremos superar los obstáculos que nos enfrentan y crear un futuro próspero para todas las personas, sin importar su origen o condición. 

 

El 2025 debe ser un año de renovación que signifique un punto de partida para construir un mundo más justo. Es quizá una de las últimas oportunidades para que la humanidad se reencuentre con sus valores más fundamentales para garantizar un futuro mejor para la Madre Tierra y todas las expresiones de vida, pues sin duda, su protección y cuidado es nuestra responsabilidad como especie.