Un imperio en decadencia y un Trump en ascenso

Por Alejandro Antonio Eljach Santiago*

Marzo, 2025

 

 

Como es la tradición, los imperios son imperios por la dominación que estos han ejercido en sus respectivos periodos a poblaciones vecinas, más pequeñas y vulnerables. El saqueo de los recursos naturales son características de todos los diferentes imperios. Ahora bien, estos inmensos poderes tienen tiempo de caducidad, aunque nadie sabe cuál es el tiempo de cada imperio hasta que estos caen y se registra en la historia. Sobre este último particular el  inversionista millonario  norteamericano Ray Dalio afirma en su libro “PRINCIPIOS PARA ENFRENTAR EL CAMBIO DEL ORDEN MUNDIAL” que  ningún imperio es para siempre, aunque ya en una canción de Willie Colón este decía “Todo tiene su final, nada dura para siempre, tenemos que recordar que no existe eternidad”. Traigo esto a colación para señalar con certeza que este imperio de los Estados Unidos va en decadencia aunque se resiste a desaparecer y de llegar a ocurrir su declive absoluto, sería el imperio de más corta vida, en comparación con otros como Roma, España etc. 

 

Algunas características del ascenso norteamericano para convertirse en imperio, en la primera economía del mundo, la primera potencia militar e, inclusive el mayor medallista en los juegos olímpicos. Tienen que ver con factores internos de sus políticas, pero fundamentalmente con aspectos externos del ajedrez político y económico mundial. Me permitiré señalar algunos aspectos de este vertiginoso ascenso, la encrucijada del descenso y porque Trump II promueve desesperadamente la consigna de hacer de los Estados Unidos un país grande.

 

Las condiciones y características del proceso de independencia de los Estados Unidos del imperio Ingles fueron diferentes a las del resto de américa latina con el imperio español y esto permite un posicionamiento diferente con sus vecinos inicialmente, recordemos la famosa Doctrina Monroe del presidente Jimmy Monroe "América para los americanos y Europa para los europeos" en 1823 cuando se estaban cerrando los procesos de independencia de las regiones de América. Simón Bolívar para ese entonces, ya calificaba a los Estados Unidos como el golero del norte. Pero fue solo hasta la primera guerra mundial cuando los Estados Unidos se posicionó de mejor forma, pues la guerra no se desarrolló en su territorio y esto le permitió mantener todo su aparato productivo intacto mientras sus potenciales competidores como Europa se veía afectada por las secuelas de la guerra, para ese entonces, comenzando siglo XX su crecimiento era imparable, pero la crisis (depresión económica) de 1929 parecía frenar este crecimiento, Estados Unidos logró sortear la situación y se recuperó no solo ellos sino el capitalismo a nivel mundial con las políticas económicas de Keynes. De mayor intervención de la economía por parte del estado.

 

Entrada la mitad del siglo XX estallo la segunda guerra mundial que le permitió a Estados Unidos consolidar esa hegemonía política, militar y económica particularmente en el mundo occidental. Fue así como un gran plan ambicioso de recuperación y reconstrucción de Europa llamado plan Marshall colocó el aparato productivo de Estados Unidos en crecimiento a su máxima expresión y consolidó el dólar como la moneda mundial para el comercio internacional lo que permite un mayor fortalecimiento de su economía. Así las cosas, todas las condiciones internas y externas favorecen a los Estados Unidos para seguir consolidándose como el principal imperio del mundo sin contrincantes ni competidores, pero como la historia es dialéctica, está en movimiento, a finales del siglo XX se visualizan nuevas potencias económicas y militares que amenazan la hegemonía norteamericana como lo es la Unión de repúblicas socialistas soviéticas.

 

Estados Unidos para ese entonces, finalizando siglo XX ya era el mayor mercado del mundo, la sociedad de mayor consumo de bienes y servicios y mantiene el aparato estatal más costoso del planeta, embajadas con todos los países, más de 800 bases militares y un déficit con la creciente China que supera los 300 mil millones de dólares, sin reservas de petróleo, ni gas para sostener su industria militar y tan solo con producción de carbón propias. Este imperio ve amenazada su sostenibilidad en el tiempo, pues estos recursos energéticos que representan el 24% del consumo mundial lo poseen países como Rusia, Irán, Irak, Venezuela entre otros que no están dispuestos a entregar ni su soberanía ni su recursos naturales a un país que ha demostrado ser destructor con otros en función de su único beneficio. En este contexto Estados Unidos s busca salidas para sostener su imperio y es así como los dos partidos políticos (republicano y demócratas) se pelean la casa blanca cada uno con una tesis diferente, pero con el mismo objetivo de mantener el imperio a la vanguardia de la vida en el planeta.

 

Irónicamente los demócratas son los que más frentes de guerra militar han armado presionados por una industria militar norteamericana, grande, poderosa e influyente que necesita vender sus productos (Armas) como el principal elemento que jalona todos los bienes y servicios de la economía y además las guerras permiten un dominio y control de otros territorios y países donde se encuentran esos recursos naturales como el gas y petróleo que sostienen su industria militar y economía. Esto explica por qué países como Irak y Siria fueron invadidos por Estados Unidos bajo la consigna de guerra preventiva e inventando armas de destrucción masiva y un supuesto apoyo de esos países al terrorismo internacional. Tiempo después se demostró que todo eso era una mentira con el propósito de tener mayor control sobre las reservas de petróleo y demás recursos naturales de estos países, eran jugadas geopolíticas estratégicas.

 

Mientras todo esto ocurre, por el otro lado del mundo, China, Rusia, Corea del norte, Brasil, México son países que impulsan sus aparatos productivos en términos de mayor exportación y competencia a los Estados Unidos, asunto que realmente pone en aprietos la hegemonía gringa.  debido a que la estrategia militar no ha dado resultados y por el contrario se ha convertido en un problema para los Estadounidenses, estos hacen giros hacia el lado republicano y es así como llega a la Casa Blanca para un segundo periodo presidencial el magnate Donal Trump y con él un séquito de multimillonarios que lo que les interesa es el negocio, expandir las fronteras del comercio y someter a todo país a sus intereses económicos y no ven en las guerras militares una salida a sus negocios, no obstante, aunque no es la guerra militar su objetivo principal, ellos nunca la descartan, pero priorizaran por la guerra económica y comercial.

 

China, Rusia y los famosos BRICS “Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita“ son la principal amenaza para los Estados Unidos, los Norte americanos saben que una confrontación militar con Rusia o China nos llevaría a una destrucción del planeta y no habría ganadores y todos serían perdedores, por eso ningún presidente se atreve a ese tipo de confrontación y Trump lo tiene muy claro, por eso le apuestan a debilitar a Rusia con sanciones económicas y a ganarle a los chinos mercados y posiciones estratégicas en la geopolítica mundial, por eso no es extraño el primer anuncio de Trump antes de llegar a la casa blanca de recuperar el canal de Panamá, pues este de alguna manera es una posición estratégica frente a los chinos que ya están teniendo influencia en el manejo de este.  

 

En medio del desespero del imperio por no desaparecer ni ser rebasado por otras grandes economías, surge y asciende Trump , una especie de salvador que va implementar una estrategia diferente a la de los Demócratas que no pudieron y por el contrario dejan un planeta al vilo de la tercera guerra mundial con el caso de Ucrania y Palestina que aunque parecen casos diferentes y separadas, no lo es.

 

Teniendo el anterior contexto, vamos a entender las primeras medidas tomadas por el nuevo inquilino de la casa presidencial en Estados Unidos. En su primer día de gobierno Trump expidió 26 órdenes ejecutivas que marcan el camino a seguir de su nuevo gobierno. Aquí mencionaremos algunas: La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico-OCDE tiene un acuerdo para aplicar un impuesto global a la renta de las empresas más grandes del planeta con una tasa del 15%. Este impuesto fue aceptado por 136 países en el año 2021 y se está implementado desde el 2023. Este impuesto busca que las grandes empresas no escondan sus riquezas y terminen en paraísos fiscales. Pero resulta que Trump decidió salirse de ese acuerdo con el propósito de beneficiar a sus empresas en detrimento del resto de la comunidad internacional.

 

También decidió salirse del acuerdo de París para NO enfrentar el cambio climático. Esta medida es un gran retroceso de lo que había avanzado su antecesor, pues Trump no acepta y no le interesa el calentamiento global ni nada del medio ambiente, su visión es meramente rentista sin importar la destrucción ambiental. Ya lo decía Marx, el capitalismo destruye sus dos principales fuentes de riqueza, la naturaleza y la mano de obra.

 

Otra medida regresiva es salirse de la OMS organización Mundial de la Salud y esto se entiende en la lógica de beneficiar a sus multinacionales farmacéuticas, pues estar en estas organizaciones implica cumplir unos acuerdos que benefician a las personas en detrimento mínimo de las multinacionales y ese no es un aspecto que le interese a un presidente que lo que quiere es la máxima ganancia para su país y sostener el imperio a como dé lugar.

 

La frontera de Estados Unidos con México y el permanente flujo de inmigrantes latinos “ilegales” es una preocupación de todos los gobiernos, pero en este nuevo periodo Trump anunció medidas más fuertes en contra de los ellos, al punto de militarizar la frontera, amenaza con anexar el golfo de México cambiando su nombre y la medida más reciente es no permitir la nacionalidad de hijos de inmigrantes nacidos en suelo estadounidense.

 

Trump no ve con buenos ojos los millones de dólares que salen de su país por concepto de remesas de latinos trabajando allí y adicional a eso, como fascista puro concibe al hombre blanco nacido de padres norteamericanos como una raza superior que merece todos los privilegios mientras los latinos subdesarrollados no tienen derechos y por el contrario ha anunciado la pena de muerte para inmigrantes irregulares que cometan delitos.

 

Otra interesante medida fue declarar la emergencia energética que le otorga poderes para autorizar exploraciones petroleras y de gas en cualquier parte del territorio nacional y en particular para iniciar exploraciones en Alaska. Esta medida va en la dirección de lo señalado en el contexto inicial en donde Estados Unidos depende de estos recursos fósiles que no tiene y que no ha podido sustraer de países como Rusia, Venezuela, Iraq o Irán. Aunque se ha conocido que Estados Unidos ha sostenido reuniones con el gobierno de Venezuela para comprar petróleo sin levantar sanciones, es evidente que los gringos no han podido quedarse con el petróleo venezolano a pesar de los diferentes intentos por sacar al gobierno chavista bolivariano que allí está. 

 

Por último y como un acto coherente de quien quiere mantener a Estados Unidos s como un imperio hegemónico y a su vez un acto de sensatez y cordura, Trump ha manifestado su deseo de reunirse con el presidente de China y con el de Rusia para avanzar en acuerdos comerciales, económicos y políticos que desde mi óptica permitirá apaciguar los diferentes conflictos bélicos que se han desatado en el mundo durante los periodos de los demócratas.

 

Trump es un retroceso en términos de derechos humanos y ambientales, pero ha cambiado la táctica política y prefiere dar las batallas en el terreno económico y comercial y no tanto por la vía armada. Una evidente muestra de lo anterior es la resiente controversia diplomática con Colombia por la deportación de colombianos a nuestro territorio, el acto en si no es mas que una bravuconada del mandatario pero en la dirección de proteger su empleo y las empresas de su país. Es mas el show mediático que lo engrandece ante su audiencia que lo que realmente representa en términos económicos para su país y cualquier despistado de sus seguidores estará pensando que esta haciendo la gran Azaña al deportar y al querer subir aranceles a los productos colombianos.

 

Afortunadamente esta crisis se logró superar y hoy al cierre de este articulo las relaciones estaban en normalidad y los deportados regresaron a su país en condiciones de dignidad y respeto por el Derecho Internacional Humanitario cumpliendo los protocolos diplomáticos y de seguridad que demandan estas acciones.

 

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* Alejandro Antonio Eljach Santiago

Economista, Universidad del Atlantico. Especializado en Gestión y Planeación de Desarrollo Urbano y Regional. Universidad ESAP. Maestría de Gobierno, Políticas Publicas y Desarrollo Territorial. Universidad UNAD (en curso).

 

Comentarios: 1
  • #1

    Luz Marina Niño Piña (domingo, 09 marzo 2025 16:10)

    Gracias, excelente artículo que nos aclara la posición egemonica con la que llega el presidente Donald Tromp.