Pachamama, James Hillman y el alma del mundo

Por Edwin Camilo Saavedra E.

Septiembre, 2022

  

 “Los movimientos ecologistas, el futurismo, el feminismo, el urbanismo, las acciones de protesta, y el desarme, la individuación personal, no pueden, por sí solos, salvar al mundo de la catástrofe inherente a nuestra propia idea del mundo. Es necesaria una visión cosmológica que salve al fenómeno «mundo» en sí mismo, un movimiento del alma que vaya más allá de las conveniencias hasta la fuente del persistente peligro que amenaza a nuestro mundo: la funesta negligencia, la represión del ánima mundi (Alma del mundo). James Hillman, 2005. Pág 95.

 

Las condiciones en las que se encuentra nuestro planeta son cada vez más graves. Cambio climático, niveles de contaminación del aire, el agua y el suelo, pérdida de biodiversidad, acidificación y aumento del nivel de los océanos, problemas relacionados con la producción y el uso de energía, la producción y eliminación de desechos, la degradación del suelo, el suministro de agua, el transporte sostenible, las complejas implicaciones de la población humana crecimiento, las crisis alimentarias, la persistencia de situaciones de pobreza, desnutrición, mortalidad prematura, injusticia social en muchas zonas del mundo, son sólo algunos aspectos que los sujetos humanos están llamados a afrontar, en un tiempo que ve la supervivencia de la humanidad y del planeta entero cada. Bastaría examinar algunas de las numerosas investigaciones científicas al respecto, que a lo largo de los años se han intensificado y profundizado cada vez más, ampliando los campos de investigación gracias también a la expansión de la comunidad científica que se ocupa de ello, para darse cuenta de que no hay se trata de alarmismo. En el período histórico actual, ya no es posible tener dudas sobre la insostenibilidad de nuestro mundo: todavía se podría tratar de ignorarlo, pero no por mucho más tiempo.

 

En respuesta a estas catástrofes y sobre todo a las catástrofe climática. James Hillman (2005) sostiene una visión ecológica con la psique, su argumento se sitúa  psicológicamente y filosóficamente. Rescata la relación ecología-psique, o mejor, una psicología ecológica o eco-psique, Hillman nos dice: “Necesitamos principios que comiencen no en la mente humana sino que sean dados a la mente con el mundo. Necesitamos imaginar una psicología ecológica que tome su punto de partida no solo en los intereses humanos, sino en los intereses del planeta y los intereses de sus seres, a los que nosotros, los humanos servimos con nuestras capacidades mentales. Esto es, no excavamos en nuestra filosofía, nuestra ciencia o nuestra teología en busca de principios, ni nos volvemos tan sólo a nuestra experiencia humana, sino que podemos intentar formular los principios que ya operan en el cosmos, fundando así el valor de todos los participantes” (Hillman, 2007, pág. 7).

 

No es que proyectemos psicológicamente nuestra vida psíquica interna sobre objetos, sino que los objetos contienen en sí mismos su propia expresión que nos obliga y aviva la relación con el mundo. No es solo cuando una cosa es bella que nos atrae, sino que "el alma de la cosa corresponde o se une con la nuestra" (2005, pág.102). Hillman Defiende una sensibilidad estética hacia el mundo. Él dice, "el anima mundi simplemente no se percibe si el órgano de esta percepción permanece inconsciente al ser concebido solo como una bomba física o una cámara personal de sentimientos" (Ibíd, pág. 108). Si este órgano de percepción es la imaginación creativa, es a través de la sensibilidad estética de la imaginación creativa que se percibe la atmósfera ontológica viva y animada del anima mundi (Alma del mundo): “Tal vez esta visión que parece nueva pero se remonta a la antigüedad, nos ponga de nuevo en sintonía con el alma del mundo, una realidad viva y una pachamama que se hace notar en sus síntomas y dolores que aquejan no solo al ser y humano si no a otra especies. Un mundo vivo anímicamente en el que todos somos seres animados interconectados por el alma del mundo “Este mundo es, de hecho, un ser viviente dotado de alma e inteligencia, una entidad única y tangible que contiene a su vez a todos los seres vivos del universo, que por naturaleza propia están interconectados” (Platón, Timeo 77b).

 

 

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Bibliografía

  • Hillman, J. (1982). El Pensamiento del Corazón y el Alma del Mundo. Woodstock, CT: Publicaciones de primavera.
  • Hillman, J. (1995). Una psique del tamaño de la tierra. El budismo ecológico: una respuesta budista al calentamiento global.
  • Hillman, J. (2009) City of soul. Justicia, belleza y destino. Fundamentos para psicología ecológica. Traducido por Enrique Eskenazi.
  • Platón. (1982). Diálogos VI. Traducción M. Ángeles Durán y Francisco Lisi. 

 

Comentarios: 2
  • #2

    Saul Ignacio Pelaez Arango (viernes, 16 septiembre 2022 12:23)

    Es un articulo muy interesante e ilustrativo de lo esta pasando.

  • #1

    Sylvia González (viernes, 16 septiembre 2022 12:15)

    Es muy refrescante importante y Salvador este artículo creo que desde la perspectiva de nuestros ancestros el saber ancestral y el procurar salvar el mundo desde esta perspectiva resulta muy gratificante es importante divulgar lo es un artículo muy bien estructurado y sobre todo con un tema de regocijo y otra visión del mundo Qué es un mundo posible de salvar con todas las personas y seres vivos que habitamos en el gracias compañero y colega Edwin excelente artículo