LA ETERNA POESÍA

Santiago Uribe S. Ángel

Caldas, Antioquia, 1954. 

 

Poeta con libros como: Fábulas de la infancia; La huerta poética y el poeta hortelano; País del desamparo corazón de Jesùs y el sherriff de todos los caminos, Ed. La Serpiente Emplumada, 2013;  Regalos de la corona española en el descubrimiento de América;  Libérame de lo que quiero, a este último libro pertenecen los presentes poemas:

 

Libérame de lo que quiero 

 

De mi mano izquierda atea comunista materialista,

 

De mi mano derecha teísta capitalista espiritualista. 

 

Mi mano izquierda sueña un reino de ratones sin gatos, 

 

Mi mano derecha uno de gatos devorando ratones. 

 

Que mi mano izquierda sepa lo que hace la derecha, 

 

Que mi mano dercha sepa lo que hace la izquierda, 

 

Para no ser ratón indigente o gato privilegiado. 

 

 

 

Fábula de la paloma 

 

 Erijamos una estatua al asesino

 

Juan Manuel Roca 

 

Una paloma mensajera trae un rollito de papel a mi palomar, 

 

Dice que hay un gallo autoritario de sórdido vuelo, granjero 

 

Tropelero, trabaja y trabaja y trabaja día y noche, 

 

Los pollitos demagogos que no se van con argumentos 

 

Dicen adorar a esa ave tartufa de mal aguero, 

 

Recorren obedientes a su lado los establos y corrales para ver 

 

Que no descansa, se sube al tejado más alto de la casa 

 

A vigilar con un arma las gallinas asustadas, 

 

Los pájaros poéticos cruzan la inmensa nación de sus dominios 

 

Afirmando que no contempla, se resiste a la noble tarea del ocio, 

 

Los búhos intelectuales obsevan atentos sus rondas nocturnas, 

 

Su merodear en las regiones y preguntan si compró la granja, 

 

 Si empeoró la situación, si arraiga en la ¨fauna´ el desasosiego, 

 

Si por querer ser la ecuestre estatua al asesino 

 

Apuesta a los dados su reino y su vida, 

 

Zumban las abejas en los tréboles sugiriendo que gallo armado 

 

No piensa el bien, no escribe la verdad, no canta la belleza. 

 

 

 

Como hijo de la noche 

 

Que me levante la falda 

 

Le tire piedras a lo malo de los buenos vecinos 

 

Ladrando y mordiendo al mismo tiempo 

 

Con audaz mordisco y colmillos delicados. 

 

Que deje a un lado la máscara burlona 

 

Me acueste al sol con casi increíble serenidad 

 

Y culpable y loco rumiador holgazán 

 

Me exilie en la arena de la playa. 

 

Que me vaya 

 

De este mundo pintarrajado 

 

Como se fue Julián del Casal 

 

Muerto de risa.