Historia perdida de Suba

Por Byron Calvachi Zambrano

Biólogo, P. Universidad Javeriana

Octubre, 2024

 

 

La información narrada a continuación, describe lo que fue el Municipio de Suba, antes de iniciarse el veloz proceso de urbanización que aún hoy continúa. Las descripciones aquí narradas tuvieron como escenario el fin del pasado siglo y mediados del presente, cuando se dio inicio al desordenado y mal planificado crecimiento urbano de Bogotá, que terminó absorbiendo diferentes municipios próximos, entre ellos el de Suba. 

 

Las historias que se cuentan están basadas en narraciones hechas por María García de Cuenca, quien pertenece a la comunidad Muisca de Suba, durante una caminata efectuada hacia los primeros meses del año 1995 por los cerros de Suba, bordeando luego la quebrada La Conejera hasta alcanzar el Humedal del mismo nombre. 

 

Existía en el piedemonte del cerro de La Conejera la laguna de El Salitre, la cual tenía una extensión aproximada de 20 m2, reducida hoy a un pastizal encharcado; hacia uno de sus costados se encontraba la quebrada de La Conejera, la cual tenía en su parte alta una longitud de orilla a orilla de unos 10 m, y era de origen termal, con agradable temperatura durante todo el año. Se atribuían a sus aguas grandes propiedades medicinales como la curación de la artritis, además cuentan que su sabor era un tanto salado. 

 

Esta maravillosa quebrada es la misma que ve hoy reducido su cauce a una angosta franja que no supera los 50 cm, y además muy contaminada, la cual vierte sus aguas al humedal de La Conejera, convirtiéndose en uno de los focos que actualmente lo degrada. Problema agravado por la invasión ilegal de la ronda hidráulica de la quebrada, que dificulta su recuperación. 

 

Esta quebrada era utilizada en aquellos tiempos por los antiguos pobladores de la región, para diversos usos como el lavado de ropas, consumo humano y para el aseo personal. Por aquel entonces se disfrutaba en la zona de una fauna muy rica y diversa, siendo posible encontrar diferentes animales anteriormente muy comunes en la planicie Bogotana como; el armadillo y el zorro, los cuales posiblemente todavía habitan el cerro de La Conejera. Existían además conejos y era normal verlos atravesar los caminos, se gozaba de una inmensa variedad de aves de las que hoy se conserva buena parte, gracias a la conservación de fuentes naturales como: los cerros de Suba, el humedal de La Conejera y el último bosque silvestre de arrayanes que sobrevive en el Altiplano de Bogotá, el cual era denominado cuando tenía mayor extensión: “la Maleza de Suba” y su última porción se encuentra actualmente en una de las fincas aledañas al humedal.

 

Debido a la abundancia de tierras húmedas, era especialmente grande la riqueza de aves acuáticas tales como: tinguas y patos, algunos de estos ya extintos, recursos que eran aprovechados como fuente de alimentación. Se cazaban codornices, perdices y palomas, de las que eran además aprovechados los huevos, contaban con gran abundancia de peces nativos como los capitanes y guapuchas, además de cangrejos, en los generosos cuerpos de agua que bañaban este sector del Altiplano de Bogotá. 

 

Los terrenos que constituían un resguardo, estaban repartidos entre diversas familias de origen Muisca, las que ocupaban el área comprendida entre el cerro de La Conejera y la laguna del mismo nombre, hoy en día reducida y alterada principalmente por la contaminación de sus aguas, pero que, a pesar de todo, aún guarda gran riqueza y belleza. 

 

Entre estas familias propietarias de los terrenos aún hasta principios de siglo, se encontraban las de apellido: Chisava, Nivia, Cuenca, Caita, etc. los que practicaban la agricultura de subsistencia, sembrando plantas como el trigo, la cebada y el maíz. En la construcción de sus viviendas utilizaban materiales que les brindaba el medio natural, tales como el chusque, utilizado en la construcción de las paredes, que posteriormente eran amarrados con juncos para proporcionarles sostén. En la construcción del techo utilizaban paja que era extraída de los bosques cercanos. 

 

En este territorio habitaron también algunos de los míticos espíritus indígenas muy tradicionales en el país, como el conocido mohan, que según los relatos vivía en una cueva cerca al cerro de La Conejera y salía para encantar algunos niños que lograban verlo, posteriormente y debido al hechizo que ejercía sobre ellos, adelgazaban en exceso y  progresivamente enfermaban, no haciendo mas que jugar y reír todo el día, sin que las personas a su alrededor pudieran percatarse de la presencia del espíritu. Se supone que este personaje surgía como producto del oro enterrado por los indígenas en tiempos mas remotos. Algunos privilegiados que podían verlo afirmaban que su piel era de color amarillo brillante, como parte de esta creencia se habla también de una serpiente dorada la cual era vista transitando por la región entre las 12:00 m y la 1:00 pm. o entre las 12:00 pm. y la 1:00 am, únicamente. 

 

Desafortunadamente el mohan abandono un día estas tierras, muy seguramente debido a la llegada del “desarrollo” a la región, decidió escapar por Cota hacia el cerro del Majuy, montado en una yunta de bueyes, dejando tras de sí un ensordecedor ruido que produjo un oscurecimiento del cielo, al llenarse el ambiente de una espesa neblina. 

 

Por aquella época fantástica casi increíble para quienes vivimos en la actualidad, en el río Juan Amarillo se gozaba de abundante pesca de ejemplares de gran tamaño, los que también era posible obtener en el río Cota, hoy completamente seco. 

 

Se dice que estas maravillas iniciaron su desaparición como consecuencia de la instalación de un colegio en un área cercana, el que degrada progresivamente el ecosistema vertiendo directamente sus aguas residuales a una de las quebradas. En las entrañas de estos cerros se practicaba la explotación minera de carbón, sumándose posteriormente la llegada masiva de pobladores provenientes de diversos sitios, quienes se posesionaban de las tierras durante el tiempo conveniente hasta lograr la escrituración pertinente. En otras ocasiones realizaban la usurpación de manera inmoral, embriagando a los indígenas, quienes encontrándose en este estado accedían cederles sus predios, que de otra forma no habrían logrado quitarles. 

 

De esta manera con diversos procedimientos enmarcados en la mala fe, los indígenas fueron perdiendo sus valiosas tierras y con ellas su cultura, identidad y tradición, viéndose obligados a integrarse a la degradante nueva sociedad, mal llamada civilizada, perdiéndose además el encanto y la riqueza natural y cultural de estas tierras.

 

 

Comentarios: 10
  • #10

    Luis maldonado (jueves, 17 octubre 2024 17:11)

    Es interesante las historia de los muisca somos parte de ellos.
    Me gustria k hicieran una historia sobre la bruja k quemaron en el parque de suba

  • #9

    Cuba gallego (jueves, 17 octubre 2024 17:07)

    Muy interesante

  • #8

    ANDRÉS ROBERTO RENDÓN MENDOZA (lunes, 14 octubre 2024 01:00)

    Nuestro origen muisca paradójica mezcla con la herencia hispánica, que solamente nos dejó la malicia Indígena y la ambición hispanoamericana hasta nuestros días. Origen de bendiciones y maldiciones, de un pueblo subdesarrollodo.

  • #7

    Alveiro Barrera (sábado, 12 octubre 2024 21:00)

    Interesante y valiosa información, Orígenes, gracias por compartirla.

  • #6

    Yudy Alexandra Ávila Parra (viernes, 11 octubre 2024 19:48)

    Interesante historia
    Gracias

  • #5

    Andrés Camilo Caviativa Bolivar (viernes, 11 octubre 2024 18:56)

    Exelente gracias por darnos a conocer nuestro origen y saber del conocimiento perdido y desconocido

  • #4

    Diego Martínez Celis (viernes, 11 octubre 2024 16:53)

    Maravilloso documento que rescata parte de la memoria de las “Malezas de Suba”. Un lugar con similares características en Bogotá también fue conocido así: las “Malezas del Salitre”. Ver: https://divulgark.wixsite.com/sabanografias/post/la-memoria-y-la-forma-del-agua-en-las-antiguas-malezas-de-el-salitre-bogota

  • #3

    Luciana Nivia (viernes, 11 octubre 2024 16:17)

    Muy muy bella historia de nuestros antepasados. Gracias por conservar nuestra memoria a la cultura

  • #2

    Martha Cecilia Moreno Cabiativa (viernes, 11 octubre 2024 16:09)

    Linda historia.gracias..

  • #1

    Israel Rodríguez González (jueves, 10 octubre 2024 08:49)

    La historia de Suba es la misma perdida de identidad de la 20 localidades de Bogotá y sus municipios Triste realidad