Recomendaciones para prevenir el suicidio entre adolescentes en Colombia

Por Laura Marulanda Zuluaga*

Marzo, 2025

 

 

En el marco del “Día mundial del bienestar mental para adolescentes”, es fundamental comprender las razones por las cuales los jóvenes experimentan alteraciones que llegan a afectar su estabilidad y salud mental, siendo uno de los mayores riesgos y problemáticas, el aumento del suicidio.

 

Antes de desarrollar el tema del suicidio en adolescentes, es necesario desglosar el significado de "suicidio" y diferenciar ciertos conceptos, tales como la idea suicida, que se refiere a pensamientos autolesivos sin una conducta dirigida a causarse daño; las autolesiones, que son heridas autoinfligidas con el propósito de disminuir el dolor emocional, pero sin intención de morir; el intento suicida, que es aquel comportamiento en el que la persona tiene la intención de morir, pero su intento es fallido; y, finalmente, el suicidio consumado, que es la conducta que lleva a la muerte de manera autoinfligida. Este último llega a ser la tercera causa de fallecimiento en personas entre los 15 y 29 años, según la Organización Mundial de la Salud

 

Estos datos estadísticos, tienden a ser aún más preocupantes en Colombia, pues, acorde con Procuraduría general de la Nación, de las 800.000 personas que, aproximadamente, mueren por suicidio cada año en el país, el 15% son adolescentes entre los 15 y 19 años.

 

Trastornos de ansiedad y depresión tienden a ser comunes entre la población adolescente, de no tratarse a tiempo, pueden llevar a la autolesión. Además, es importante señalar que, en Colombia, un país con un enfoque limitado en salud mental, existen brechas económicas significativas en el acceso a la atención en salud y la educación para muchas personas. A esto se suman la violencia, la desigualdad y los entornos complejos, como los antecedentes de conflicto armado, que aumentan la aparición de estos trastornos y, por ende, la probabilidad de suicidio. Según estudios estadísticos de la Organización Mundial de Salud, el 73% de los suicidios en 2021 ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos como Colombia.

 

Es importante tener en cuenta que los jóvenes, debido a su edad biológica, atraviesan múltiples cambios simultáneos, como cambios físicos, hormonales, psicológicos e incluso la construcción de su identidad, junto con procesos de adquisición de la madurez. Además, los cambios externos, como los aspectos sociales y relacionales, la presión por cumplir con estereotipos y las exigencias de la sociedad —como terminar el colegio, mantener un ritmo académico, iniciar estudios superiores, presentar exámenes, rendir en actividades extracurriculares y manejar una sensación de presión— constituyen una carga que puede resultar abrumadora y agotadora, factores que les generan momentos de confusión e incertidumbre. Esta edad, además de ser una etapa de experimentación, donde algunos jóvenes caen en el consumo desmedido de sustancias psicoactivas. Muchas veces, las dificultades cotidianas afectan su capacidad para resolver problemas y sobrepasan las estrategias de afrontamiento, y, por ello, el suicidio se convierte en una opción impulsiva en la mayoría de los casos o premeditada y llega a verse como una vía de escape ante las presiones y exigencias diarias.

 

Es importante prestar atención a las señales de alerta de suicidio, pues son indicadores que pueden sugerir que un joven está contemplando quitarse la vida. En estos casos es crucial tomar estas señales en serio y buscar ayuda profesional inmediata si se observan. Algunas de las señales más comunes incluyen:

  • Comportamientos de alto riesgo (hacer algo sin medir las consecuencias).
  • Tendencia al aislamiento.
  • Mayor irritabilidad.
  • Consumo de sustancias psicoactivas.
  • Cambios notables en el comportamiento (por ejemplo, ver a un hijo, amigo, vecino o familiar comportándose de una manera diferente a como lo hacía antes).
  • Eventos autolesivos (no solo cutting, sino también golpes, arañazos, arrancarse el pelo y otros comportamientos autoinfligidos).
  • Baja autoestima.
  • Disminución en el rendimiento académico.
  • Desmotivación por actividades que anteriormente disfrutaba.
  • Verbalizaciones sobre la muerte, aunque solo se expresen como "chistes" o "molestando".

 

Surge, pues, la necesidad de indicar formas efectivas para prevenir el suicidio como hablar sobre el tema, sin verlo como algo prohibido o banal. También es crucial generar capacitaciones sobre salud mental en instituciones educativas, hogares y comunidades, para reducir los tabúes y la estigmatización asociados con este tema, y no considerar el acceso a la salud mental como un privilegio, sino como derecho social relativo al bienestar y calidad de vida del individuo.

 

Es fundamental establecer una serie de pautas comportamentales y culturales que naturalicen en el adolescente una actitud de cuidado de su salud mental y de consulta en situación de tensión o acoso a su estabilidad psíquica o emocional. En este sentido, se recomienda:

  • Reforzar redes de apoyo.
  • Mantener canales de comunicación abiertos con los jóvenes.
  • Fomentar la participación en grupos de pares.
  • Identificar actividades extracurriculares de su interés.
  • Disminuir la sobrecarga académica.
  • Reforzar habilidades sociales.
  • Incluir actividades artísticas para el desahogo, distención y comunicación de problemas psicológicos y emocionales.
  • Estar atentos a los cambios de humor y comportamiento.
  • No minimizar las emociones y sentimientos.
  • Hablar sobre los problemas en familia.
  • Enseñar nuevas estrategias de resolución de problemas.
  • Buscar ayuda psicológica y/o psiquiátrica cuando sea necesario.

 

Para finalizar, es fundamental resaltar que, al hablar de salud, también debemos abordar la salud mental. La primera forma de prevenir el suicidio es precisamente hablar sobre él. Nuestra labor como ciudadanos es generar concientización comunitaria para reducir los estigmas y crear espacios seguros de comprensión para nuestros jóvenes, donde puedan sentirse libres y confiados de pedir ayuda. Abordar los problemas desde la raíz nos garantizará tener juventudes saludables, que, en el futuro, se conviertan en adultos conscientes y emocionalmente equilibrados.

 

 

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Referencias

●  Organización Mundial de la Salud - OMS 

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/adolescents-health-risks- and-solutions

●  Organización Mundial de la Salud - OMS 

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide

●  Procuraduría General de la Nación

https://www.procuraduria.gov.co/Pages/suicidio-disparado-colombia-cuenta-tr astornos-mentales-procuraduria.aspx

 

 

* Laura Marulanda Zuluaga

Psicóloga especialista en Neuropsicopedagogía Universidad de Manizales, psicologa de la oficina de bienestar al aprendiz en el Servicio Nacional de Aprendizaje - SENA y en Plenamente IPS. También cuenta con experiencia en terapias y acompañamiento a adolecentes.

 

 

Comentarios: 4
  • #4

    Manuela (lunes, 03 marzo 2025 14:01)

    Qué buena información, puede ayudar a muchas personas que toman este tema como un tabú y necesita ser más informado para todos

  • #3

    Claudia (lunes, 03 marzo 2025 13:49)

    Excelente artículo, las estadísticas de suicidio en Colombia me dejaron anonadada, demasiadas vidas perdidas. El gobierno y las familias debemos trabajar más en el tema del suicidio adolescente

  • #2

    Rodrigo Martínez (domingo, 02 marzo 2025 17:52)

    Gracias profe

  • #1

    Frank Ariel petro madera (domingo, 02 marzo 2025 16:42)

    Es algo bueno, para los adolescentes y niños.