Testimonios de piel y tinta

Por Redacción editorial

Julio, 2024

Entrevista a los artistas tatuadores Lina María Yepes (Lina Limón) y Johan Smith Poveda en su taller La Aldea Tattoo, ubicada en el barrio el Camping de Bogotá. Durante la conversación, compartieron anécdotas sobre sus inicios en el mundo del tatuaje, estilos, el tatuaje en Colombia, su relación con este arte, retos y planes para el futuro.

Lina María Yepes descubre su interés por el tatuaje mientras estaba en la universidad. Resaltó "Me fascinó la idea de hacer arte en el lienzo vivo de la piel humana”. Un amigo tatuador le enseñó las bases y desde ahí no he parado de aprender y mejorar su técnica.

Por otro lado, Johan creció en un ambiente donde el tatuaje era algo natural. "Vengo de una familia donde mis tíos son mechudos y tatuados", dijo con una sonrisa. Desde pequeño, el tatuaje fue parte de mi vida, una forma de expresión que siempre admiré y quise aprender. Una vez consiguió su primera máquina empezó experimentando en su propio cuerpo, preocupándose siempre por perfeccionar su estilo a lo largo de tiempo.

Ambos artistas resaltaron el profesionalismo y la calidad de tatuadores y tatuadoras colombianas, alcanzado reconocimiento internacional por su versatilidad, preocupación por el detalle y búsqueda de estilos universalistas con rasgos de autenticidad únicos.

Para ambos, el tatuaje no es solo una profesión, sino una forma de vida y una pasión profunda. Lina ve el tatuaje como una extensión de su amor por el arte y el diseño, una manera de conectar con las personas a través de la creatividad. Johan, por su parte, considera el tatuaje como una herencia cultural y familiar que le permite expresarse y conectar con identidad.

En lo referente al futuro, si bien tienen planes de llevar su arte a diferentes lugares del mundo, también, de forma despreocupada, viven con la intensidad del momento y el fluir del camino dispuestos a llegar y experimentar su arte con la principal preocupación de crecer en él.

Queremos compartirles esta súper entrevista con Lina y Johan, dos talentosos artistas del tatuaje, en su taller La Aldea Tattoo, quienes con toda la mejor energía nos recibieron en una tarde de domingo, mientras afuera, en esta Bogotá que amamos, caía un torrencial aguacero.