Una reseña de la literatura afrocclombiana

Por Redacción editorial

Abril, 2025

 

 

La literatura afrocolombiana ocupa un lugar fundamental en la construcción de la identidad literaria del país, al reflejar las experiencias, luchas y voces de una población que ha sido históricamente marginada. Esta vertiente literaria no solo ofrece una visión alternativa de la historia colombiana, sino que también rescata las tradiciones, mitos, costumbres y cosmovisiones de las comunidades afrodescendientes que, a pesar de su profundo arraigo cultural, han sido invisibilizadas durante siglos.

 

Sin embargo, escritores afrocolombianos han ido tomando la palabra para relatar sus vivencias, desafíos y triunfos, contribuyendo a una comprensión más profunda de la diversidad del país y convirtiéndose en una herramienta poderosa de resistencia y denuncia. A través de sus obras, han logrado trascender las barreras del racismo estructural, mostrando la riqueza cultural, la sabiduría ancestral y las luchas sociales de los afrocolombianos.

 

La literatura afrocolombiana no solo se limita a la denuncia de la discriminación racial, sino que también celebra las fortalezas de las comunidades negras y su inquebrantable conexión con la naturaleza, la música, la danza y la oralidad.

 

La importancia de la literatura afrocolombiana también radica en su capacidad para reconfigurar la narrativa histórica del país, resaltando las contribuciones de los afrodescendientes a la cultura nacional, desde la música y el arte hasta la gastronomía y la política. Además, al dar voz a los silenciados, se reivindica un espacio para la diversidad étnica y cultural dentro del ámbito literario colombiano.

 

En la actualidad, la literatura afrocolombiana continúa evolucionando, con nuevos autores y autoras que siguen explorando las complejidades de la identidad negra en Colombia, y su impacto en la literatura mundial sigue siendo cada vez más relevante. La importancia de esta literatura no solo radica en su valor artístico, sino también en su capacidad para promover el reconocimiento y la integración de todas las identidades dentro de una sociedad multicultural.

 

La literatura afrocolombiana es esencial para comprender de manera más completa la historia, la cultura y las luchas de los afrodescendientes en Colombia. Su importancia radica en su rol como medio de expresión y resistencia, como también en su capacidad para enriquecer la narrativa literaria del país, abriendo caminos hacia una sociedad más inclusiva y equitativa.

 

Queremos compartir una publicación del Banco de la Republica titulada “Biblioteca de literatura afrocolombiana” en donde se comparten las reseñas de las y los escritores colombianos de mayor trascendencia, siendo a su vez una muestra de toda esa riqueza de imaginarios y narrativas literarias que caracterizan la sociedad colombiana.

 

 

Biblioteca de literatura afrocolombiana*

 

La Biblioteca de Literatura Afrocolombiana contiene 18 títulos y un ensayo escritos por autores Afrocolombianos/as destacados en los últimos 200 años; entre ellos están las importantes obras de autores como: Manuel Zapata Olivella, Oscar Collazos, Helcías Martán Góngora, Arnoldo Palacios, Rogerio Velásquez, Candelario Obeso, entre otros. La relectura y re-significación de la literatura nacional, pasa por la visibilización y el reconocimiento de los aportes que los autores Afrocolombianos/as han realizado, a través de los importantes procesos de resistencia cultural que bajo el proyecto de libertad ejercido en épocas coloniales y contemporáneas se configuran en la consistencia y la valiosa capacidad creativa que en todas las áreas del arte poseen los descendientes de las diversas culturas africanas llegadas a Colombia.

 

Esta Biblioteca de Literatura Afrocolombiana ha querido congregar un ancho y variado caudal de una expresión literaria elaborada en nuestro país por una multitud de voces, registros escritos y tonalidades sonoras que han venido labrando su presencia en la cultura colombiana desde hace más de doscientos años. Y aunque es una muestra no exhaustiva ni totalizante, se habrá podido apreciar que involucra mucho más de lo que sus dieciocho volúmenes representan en sí mismos. No solo están los más significativos escritores, los casi veinte prologuistas y sus preparadas presentaciones a obras y autores,sino la voz de decenas de ancianos del Pacífico contadores de historias, los niños que las han interpretado en minuciosos dibujos, centenares de anónimos copleros y propagadores de leyendas, cantos e historias fantásticas, y también las decenas de mujeres poetas con su variedad y polifonía. Esta colección, en suma, pretende hacer patente la confluencia de la expresión y creatividad ancestral afrocolombiana de individuos, grupos, corrientes, congregaciones y audiencias que hoy, pero desde su origen mismo, dilatan, enriquecen y sensibilizan la vida cultural y emocional de este territorio.

 

Antología de mujeres poetas afrocolombianas

 

Mujeres Poetas Afrocolombianas. En 1986 llegó la primera afrocolombiana al Segundo Encuentro de Poetas Colombianas, que se celebra desde hace veinticinco año sin interrupción en el Museo Rayo de Roldanillo, Valle del Cauca. Fue la caleña Ana Milena Lucumí Orosteguí. En 1988 concurrió María Teresa Ramírez, hoy una de las Almanegras, como se les conoce en este encuentro. Luego se integraron Mary Grueso y Elcina Valencia.

 

El sello característico de la obra de estas poetas afrocolombianas es la estructura rítmica musical del poema. En esta antología se incluye una selección de más de cincuenta poetas de varias generaciones que dan cuenta de la enorme vitalidad de la poesía femenina afrocolombiana.

 

Es en el ritmo autóctono de la poética afro en las Américas en donde se escucha la percusión de los tambores africanos y en especial del tambor yoruba. La complementan la utilización de onomatopeya y palabras musicales inventadas. Este ritmo se viene transmitiendo a través de la música y del canto, pues la estructura cantada es dominio de voces femeninas. Al lado del cuentero, el decimero y los rezanderos, las cantadoras rememoran al griot africano, relator de cosmovisiones, de historia y genealogías, de sabidurías sagradas y profanas.

 

Guiomar Cuesta Escobar y Alfredo Ocampo Zamorano, prologuistas, valoran así el trabajo de las escritoras: "Estas poetas afrocolombianas están renovando y subvirtiendo con su obra un viejo canon de poesía. Ellas no sólo recogen la tradición rítmica de la poesía que heredaron de sus vertientes africanas, transmitida en forma oral y musical, sino que establecen una nueva perspectiva con su dicción, con su intención, con su transignificación".

 

Antología intima

 

Hugo Salazar Valdés nació en Condoto, Chocó (1922), y murió en Cali, Valle (1977). Hizo estudios literarios en Popayán. Vivió en ciudades del sur de Colombia, como Cali, Pasto, Buga y Tuluá. Pasó sus días entre los libros, "sustanciándome de su sabiduría", segpun sus palabras. Se jubiló como docente. Fue subdirector de la Biblioteca Nacional y director de Cultura Popular y de la revista del Teatro Colón.

 

La presente antología es un inventario literario realizado por el propio poeta, poco antes de su muerte. Es una revisión minuciosa y crítica desde sus primeros poemarios de finales de la década de los cuarenta, hasta los últimos de los años setenta. Si bien en sus incios fue influido por el piedracielismo, pronto hizo un giro hacia el verso libre y el lenguaje rítmico y sincopado de la poesía afroamericana. Además de su pasión por "Don Quijote", sus autores favoritos fueron Luis de Góngora y Argote, César Vallejo y Nicolás Guillén. Su obra canta al mar, a la selva y a sus pobladores negros.

 

Este mundo es su marca, tal como lo señala en el prólogo Fabio Martínez: "Mundo que lo distancia del centro para convertirse en un poeta excéntrico, que lo emparenta directamente con la poesía afrodescendiente inaugurada en el continente americano por Candelario Obeso, Nicolás Guillén y Luis Palés Matos. Mundo que servirá de rito de pasaje entre la invisibilidad del negro y el universo de lo visible".

 

 

Cantos populares mi tierra. Secundino el zapatero

 

Candelario Obeso nació en Mompox (1849) y murió en Bogotá (1884). En 1877 apareció "Cantos populares de mi tierra", su obra más representativa. En ella, Obeso valora y dignifica al boga a partir de sus referentes culturales, y otorga una dimensión más profunda a estas gentes y  a su entorno. Domina las reglas del juego literario de su época, como se observa en "Secundino el zapatero", comedia en verso que describe las peripecias y tropiezos del arribismo social. También se sirve del discurso republicano de la ciudadanía como herramienta para reclamar la igualdad social.

 

Como lo anotan los prologuistas Javier Ortiz Cassiani y Lázaro Valdelamar Sarabia, <<aunque al incluir poemas suyos en antologías se le reconocía a Obeso cierto ingenio, en realidad nunca se consideró que él pudiera estar a la altura social y política de sus colegas blancos y mestizos. La crítica de la época terminó convirtiéndolo en un personaje exótico, tal como había hecho antes con los bogas".

 

 

Cimarrón en la lluvia: jornadas del tahúr. Obra poética

 

Alfredo Vanín nación en 1950, en el poblado de Saija, sobre el río del mismo nombre, jurisdicción del municipio de Timbiquí, región pacífica caucana, entre la cordillera y el mar. Creció en la vecina Guapi, en Buenaventura y Cali. Ha sido profesor, periodista, investigador cultural, poeta, narrador y ensayista. Dirige talleres de formación literaria y es consultor en instituciones y organizaciones sociales. Varias veces ha sido condecorado, premiado e invitado a festivales y certámenes internacionales de poesía.

 

Los dos libros aquí de nuevo publicados son el primero y el último de su producción poética: "Cimarrón en la lluvia" de 1991 y "Jornadas del tahúr" de 2005. En ellos las palabras entregan un territorio de lluvia, vegetación desbordada y ríos de barro y fábula. Ofrecen un mundo de pueblos estancados donde los niños abandonan sus cuerpos desnudos sobre troncos salpicados, y los adultos viven con la piel húmeda y salada, en una incertidumbre absoluta que les viene de ancestros esclavizados. Los naipes y dados ciegos que distraen sus fatigas son una metáfora del azar al que le juegan la vida, el amor y la muerte en las tardes del bar.

 

He aquí la advertencia del prologuista Juan Diego Mejía: "El lector está a punto de escuchar una voz que habla por muchas otras voces. En breve, iniciará un recorrido por el mundo de un poeta que ha vivido con honestidad su búsqueda de los lazos invisibles que lo conectan con Alfredos de otros tiempos. Porque Vanín fue fiel a su pueblo y cantó lo que vio en su entorno".

 

Changó, el gran putas

 

Manuel Zapata Olivella nació en Lorica, Córdoba, 1920, y murió en Bogotá en 2004. Muy niño llegó a Cartagena. Fue médico, antropólogo, folclorista y escritor. En los años sesenta y setenta dirigió la revista "Letras Nacionales". Durante veinte años investigó para su novela central "Changó, el gran putas", cuya solución poética encontró luego de pasar una noche desnudo en una de las oscuras y sofocantes bóvedas de la fortaleza de la isla Goré, prisión de Senegal en la cual eran recluidos los africanos cazados, antes de su traslado en barcos al Nuevo Mundo.

 

Esta novela y gran epopeya es un inmenso fresco que cubre quinientos años de historia, para la cual Zapata recurrió a lo que denominó "realismo mítico". Da cuenta de los dioses tutelares y cosmovisión de la religión yoruba, incorpora proverbios, trabalenguas, cuentos de hadas y canciones de la tradición africana. Recorre las hazañas de los héroes negros en las revoluciones americanas. Zapata demuestra que los negros nunca impusieron nada a nadie, más bien contagiaron su baile, sensualidad, comida, lenguaje.

 

El profesor Darío Henao Restrepo, en el prólogo, explica la concepción subyacente a esta obra: "El principio filosófico del muntu, que rige su elaboración poética, implica una connotación del hombre que incluye a los vivos y difuentos, así como animales, vegetales, minerales y cosas que le sirven. Se trata de una fuerza espiritual que une en un solo nudo al hombre con su ascendencia y descendencia, inmersos en el universo presente, pasado y futuro".

 

Cuentos escogidos

 

Óscar Collazos nació en Bahía Solano, Chocó, en 1942. En 1964 fue asesor del Teatro Estudio de Cali. En 1966 apareció el primero de sus cinco libros de cuentos. En 1969, siendo director del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas, en Cuba, adelantó un debate escrito con Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa sobre la relación entre escritura y compromiso político. Desde entonces inció una larga estadía en Europa, dedicado a la novela, el ensayo y el periodismo. En 1989 regresó a Colombia; actualmente vive en Cartagena.

 

Fuertemente vinculado con la tradición literaria, incorpora técnicas de narrativa contemporánea, como el fluir de la conciencia. Muestra la intimidad de sus protagonistas, pensamientos, sensaciones, sentimientos. Sus cuentos son de filiación realista y entornos urbanos. Si en los años sesenta incursionó en el experimentalismo, sus cuentos posteriores privilegian la sencillez de las frases que favore una sintonía expedita con el lector de hoy. Gracias  a una expresión más ortodoxa, busca claridad y comunicabilidad.

 

Alejandro José López Cáceres, en el prólogo, escudriña en la verosimilitud de Collazos: "Cuando uno se asoma a su obra cuentística se pregunta de dónde proviene la tremenda fuerza que emanan sus relatos. Y , si leemos despacio, muy pronto hallamos respuesta: de la experiencia; es decir, de la vivencia o del testimonio. Sus ficciones están compuestas a partir de lo sabido, por eso respiran sinceridad; sus historias están contadas desde adento, por eso transmiten conocimiento".

 

Cuentos para dormir a Isabella

 

Cuentos para dormir a Isabella es el título de la colección de relatos infantiles de la tradición oral afropacífica colombiana. Fueron recogidos en un paciente y cuidadoso proceso por el investigador Baudilio Revelo y sus hijos Camilo y Carolina. Sus contadores son mineros, agricultores, cazadores, mareños o pescadores de mar, folcloristas, profesoras, vendedoras de frutas o maricos. La mayoría tiene entre ochenta y noventa años. Recurren al imaginaario africano de origen, pero narran en una estructura más cercana al cuento de hadas europeo o al relato maravilloso del Medio Oriente.

 

Luego de sus luchas por la libertad en palenques, los bisabuelos yorubas aplicaron el bálsamo de estos cuentos para cicatrizar las heridas de años de dolor. Contados y cantados, los alabaos, arrullos, adivinanzas, fábulas, mitos, chigualos, cantos de cuna, cachos, décimas, proverbios, guali, narraciones, visiones, rondas y cantos de bogas sembraron el Pacífico con floresta de voces. De la interacción con las narraciones de origen europeo, surgen géneros como los cuentos de hadas y personajes tales como príncipes y "príncipas", castillos, corceles y doncellas, que las nanas aprendían a hurtadillas.

 

La temática de estos relatos infantiles es eminenteente zoológica, como advierte en la introducción Baudilio Revelo: "Los animales se llaman tío. Así nos deleitamos con el Tío León, que siempre vence al débil, pero pierde en la lucha contra el hombre. El Tío Tigre engañado por animales pequeños, por confiar en sus m+usculos y colmillos. Y el famoso Tío Conejo, el más hábil, prototipo de inteligencia, astucia, artimaña y sabiduría a falta de fuerzas, colmillos y garras".

 

Ensayos escogidos

 

Rogerio Velásquez Murillo nació en Sipí, Chocó, en 1908 y murió en Quibdó en 1965. Estudió en Tunja y Popayán, y se graduó de etnólogo. Publicó sus ensayos en diferentes medios como la "Revista Colombiana de Folclor", la "Revista Colombiana de Antropología", la "Revista de la Universidad de Antioquia", el "Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República", y en diversos periódicos. Fue novelista, poeta, historiador, etnólogo, educador, humanista. En los años cincuenta fue representante a la Cámara del Partido Conservador de su departamento.

 

Los textos reunidos en esta colección son ensayos sobre historia, etnografía, literatura y narración oral. El autor nunca pretendió mantener fronteras muy definidas entre disciplinas, sino ejercer una confluencia de saberes. Aborda temas como la independencia en el Chocó, las fiestas de San Pacho, los instrumentos musicales, el vestuario de los negros, la canoa chocoana, los gentilicios africanos, la esclavitud en la novela "María", leyendas de la raza negra, y letras de canciones locales. Son textos luminosos donde campean el rigor y la bella expresión.

 

Germán Patiño subraya en el prólogo este particular estilo de sus ensayos: "Es una especie de hibridación entre ciencia y literatura, en la que la belleza de la expresión resulta de tanta importancia como la carga de la prueba. En este sentido la interpretación alcanza ciertos ribetes de tensión dramática, que parecerían más propios de la ficción literaria, pero que también están presentes en los acontecimientos históricos".

 

 

Evangelios del hombre y del paisaje. Humano litoral

 

Helcías Martán Góngora nació en Guapi, Cauca (1920), y murió en Cali (1984). Abogado de la Universidad del Rosario de Bogotá. Entre 1938 y 1940 editó la revista literaria "Vanguardia". Bajo la gran influencia del Siglo de Oro español, de acendrado conservatismo y cristianismo, hizo parte de la escuela de Piedra y Cielo. Miembro de la Academia de la Lengua, tuvo cargos oficiales, entre ellos los de alcalde de Buenaventura y representante a la Cámara. En la región del Pacífico fue profusamente ovacionado y querido en vida.

 

Su copiosa producción alcanza setenta y siete títulos. Además de poesía, escribió ensayo, novela y cuento. Fue leal a la entidad étnica negra, que denominó "Mar negro", en la cual incluía los litorales Pacífico y Atlántico. A sus venticuatro años se dio a conocer con "Evangelios del hombre y del paisaje", poemas que revelan su fervorosa lectura de clásicos españoles como Lope de Vega, San Juan de la Cruz y contemporáneos como Rafael Alberti. Le cantó a los esteros, manglares y ríos del Pacífico, al mundo urbano, las máquinas, las infamias de la esclavitud, los amores perdidos y ganados. "Humano litoral", incluido en esta colección, es también un poemario de fondo y forma negrista.

 

Alfredo Vanín en el prólogo se refiere a la esencia de su poética: "Hay en su poesía el retorno a lo arcáico, pese a la lamentación o protesta por el sufrimiento negro y la denuncia por el hombre encerrado en las trampas urbanas. Su poesía de corte negrista surgirá paralela con los sonetos de corte clásico, en los cuales llegaba a veces a la maestría".

 

 

La bruja de las minas

  

Gregorio Sánchez Gómez nació en Istmina, Chocó, en 1895 y murió en Cali en 1942. Se trasladó a esta ciudad donde ejerció como abogado y escribió una veintena de libros, entre los cuales se cuentan ocho novelas. Tuvo cargos oficiales locales y dirigió varios periódicos. En 1938 escribió "La bruja de las minas", fruto de su estadía en Marmato, ciudad caldense, también minera. Fue cercano a escritores como Emilio Cuervo Márquez, Simón Latino, José María Rivas Groot, José Asunción Silva, José Eustasio Rivera, Luis Enrique Osorio y León de Greiff.

 

"La bruja de las minas" narra la contradicción entre las empresas mineras inglesas o americanas y el mundo de los negros, esclavizados en los socavones de oro. Se acerca a la cultura africana y mestiza de Marmato, similar a la de Istmina, con eficacia mayor que la de un sociólogo, antropólogo o historiador. Muestra cómo la explotación, el asesinato y la violencia no comenzaron en Colombian con el crimen de Jorge Eliecer Gaitán, pues eran vigentes en la década de los treinta. El nombre de la obra se debe a que los mineros rechazaban a los médicos de la empresa, porque creen en los hechizos, los brebajes y las brujerías.

 

El historiador Jairo Henry Arroyo Reina da cuenta en el prólogo del mundo en que sucede la novela: "Un contexto en el cual el ritmo del tiempo y la vida son definidos por la marimba y el tambor, los pasos del currulao y los desenfrenos del cuerpo desnudo. Contrasta con las racionalidades dominantes que han logrado definir el tiempo y disciplinar el cuerpo desde el eje de la producción"

 

Las estrellas son negras

 

Arnoldo Palacios nació en Cértegui, Chocó, en 1924. A los dos años lo afectó una poliomelitis que de por vida lo obligó a usar muletas. A los quince años se trasladó a Quibdó y luego a Bogotá para terminar sus estudios. Los originales de su novela "Las estrellas son negras" se quemaron en los disturbios del 9 de abril de 1948 y él la reconstruyó de memoria en dos semanas. Al año siguiente viajó becado a París para estudiar lenguas clásicas en La Sorbona. Publicó varios libros en distintos idiomas. Viaja a Colombia con frecuencia donde se acaba de publicar su novela "Buscando mi madredediós".

 

"Las estrellas son negras", traducida a varios idiomas, ha sido relativamente ignorada en el inventario crítico de la novela colombiana. Palacios hace que el protagonista, Irra, hable desde el interior de su tragedia. En las veinticuatro horas que relata, lo que conmueve no es tanto la pobreza sino los estragos mentales que provoca. La parquedad y la maestría de su narración objetiva la ubican en el centro del cambio que entonces se operaba en la escritura de novelas en Colombia. Sin embargo, hoy es reconocida como un libro esencial para la literatura colombiana.

 

A propósito de una investigación que realizó sobre esta obra, Óscar Collazos dice: "Celebré que la novela hubiera sobrevivido felizmente a las conspiraciones del tiempo y a las acechanzas del olvido, que su pesada carga documental no la hubiera convertido en simple expediente sociológico. En fin, celebré que siguiera siendo una conmovedora obra literaria".

 

Manual introductorio y guía de animación a la lectura

 

Cuatro novelas, tres libros de cuentos, uno de relatos orales, una antología de poesía femenina, siete tomos de poesía, una obra de teatro y dos de ensayos integran la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana, a la que se da entrada en este volumen. Luego de una breve introducción sobre los aportes literarios y culturales afrocolombianos, un catálogo presenta someramente la biografía de cada autor, las características memorables de su obra y una valoración de la misma en palabras de un experto.

 

Una guía de animación de lectura dirigida a promotores de lectura, maestros, líderes culturales, coordinadores de tertulias, de clubes de lectura y bibliotecarios ofrece herramientas sobre tres momentos del uso de esta colección. El antes de la lectura amplía los referentes del lector, indaga sobre sus saberes previos. En el durante se sugiere que el animador lea en voz alta los textos, con el fin de generar diálogo y preguntas. El después vuelve a la obra para buscar algún personaje o una situación que llamó la atención, ampliar algún aspecto, relacionar el texto con el contexto.

 

En la nota de encabezamiento Paula Marcela Moreno Zapata, ministra de Cultura, alude así al significado de esta obra: <<La tarea, sin duda monumental, de investigación, selección, recopilación y edición de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana es un esfuerzo por unir en una misma y única publicación a los escritores y escritoras, poetas y poetisas, narradores orales y ensayistas más significativos de esta índole en nuestro país. esto nos lleva a lo que considero el punto de partida para hablar de esta colección. Somos diversos. Una realidad que por siglos fue considerada talón de Aquiles para el desarrollo económico, cultural y político, es hoy nuestro mayor activo como nación>>.

 

 

No give up, maan! ¡No te rindas!

 

Hazel Robinson nació en San Andrés Isla en 1935. En 1959 publicó unas treinta crónicas sobre el archipiélago, en "El Espectador" de Bogotá. Demostró gran dominio del castellano y naturales dotes narrativas. Su matrimonio, cuatro hijos y sucesivos viajes al exterior frenaron la actividad periodística, pero contribuyeron a la gestación de su primera novela, publicada en 2002. Las crónicas habían sido la semilla de su literatura, que se enriquecerían con otras dos novelas.

 

La autora manifiesta su intención de narrar el pasado ignorado de las islas. La acción sucede a mediados del siglo XIX, cuando fue abolida la esclavitud. Narra una historia de amor que trasciende el plano individual para volverse símbolo del mestizaje como camino y representación colectiva de una región. Por ello ha sido considerada por la crítica como una novela fundacional. Cuenta historias a la manera clásica, siguiendo un orden líneal con narrador omnisciente y una preocupación: no dejar que el interés del lector decaiga. El mismo título de la novela es una expresión que condensa la actitud de resistencia de los raizales: "No give up!, !No te rindas!".

 

El prologuista Ariel Castillo Mier destaca el desenlace de la trama: "El triunfo, tras silenciosa batalla, de los esclavos a través de sus ritos y su idioma, sus cantos y plegarias y la lúcida defensa de una visión del mundo regida por el ritmo en la que se evidencian las huellas de la africanía, los valores culturales del mundo negro, sus relaciones con la naturaleza, la música, la comunicación con sus antepasados".

 

 

Obra poética

 

Pedro Blas Julio Romero nació en Cartagena en 1949. Vive en Getsemaní, barrio emblemático de las luchas sociales, al que llama "solemne desorden untado de vida". Al lado de su producción literaria, dirige un taller de poesía, presenta un espacio en una emisora cultural universitaria y hace parte de un programa enciclopédico investigativo acerca del latin jazz y la música afroantillana. A comienzos de los años sesenta sostuvo un intercambio epistolar con los poetas nadaístas y vivió con intensidad la revolución juvenil de esa época. Con el libro "Rumbos" obtuvo el premio nacional de poesía Jorge Artel en 1993.

 

"Cartas del soldado desconocido" (1971), "Poemas de Calle Lomba" (1988), "Obra poética" (2009), " que incluye "Rumbos", conforman este volumen. Componen una creación crítica frente al orden social, reinvindicativa de las libertades individuales y poblada de referentes populares. Su estética neobarroca y su entramado africano y amerindio dan cuenta de una memoria de resistencia en el microcosmos de Getsemaní, al equiparar este barrio-arrabal de Cartagena con el continente americano. El delito de su héroe es ser negro, costeño, hijo natural, proceder de un barrio pobre y, sobre todo, haber soñado un cuerpo.

 

Cielo Patricia Puello Sarabia y Wilfredo Esteban Vega Bedoya, prologuistas, presentan así la esencia de esta poética: "aquí en este barrio de América están las voces africanas, las voces nativas americanas que conservan un acervo, unas formas de organización del mundo que niegan la dominación y la extinción del otro: la resistencia es cultural".

 

Obra poética

 

Rómulo Bustos Aguirre nació en Santa Catalina de Alejandría, Bolívar (1954). Cursó derecho y tiene una maestría en Literatura Hispanoamericana en el Instituto Caro y Cuervo. Actualmente adelanta un doctorado en Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas de dibujo, e ilustrado revistas. Ganó los premios nacionales de poesía de la Asociación de Escritores de la Costa en 1985, y de Colcultura en 1993. En 2009 recibió el Premio Blas de Otero de poesía de la Universidad Complutense de Madrid con su poemario "Muerte y levitación de la ballena". Es profesor de literatura en la Universidad de Cartagena y fundador de la revista "En tono menor".

 

Ha publicado "El oscuro sello de Dios" (1988); "Lunación del amor" (1990); "En el traspatio del cielo" (1993); "Palabra que golpea un color imaginario" (1996); "La estación de la sed" (1998); "y "Oración del impuro, obra reunida" (2004), el cual se vuelve a editar en esta Biblioteca. Los poemarios guardan entre sí una línea que se puede rastrear. El primero se adentra en el interior del poeta. La obra posterior incorpora la imagen del cuerpo como encarnación de la idea del amor, en una especie de mística pagana. Se abre luego el exterior del poeta, poblado de traspatios, árboles y, claro, el mar.

 

En un prólogo sugerente, el novelista Roberto Burgos Cantor hace el siguiente sumario sobre la poética de su coterráneo Bustos: "El croquis poético de Bustos Aguirre se habitó, generoso y evocador, para comprobar que todo está, que la poesía revela y anuncia sin composición de lugar, que desde allí y desde allá se enfrenta la misma agonía, el vacío horizonte y la insomne nada. Y el poeta como un rescatador de restos de naufragio funda la imaginación inacabable de la libertad".

  

Por los senderos de sus ancestros : textos escogidos: 1940-2000

 

Los ensayos y textos aquí recogidos de Manuel Zapata Olivella (1920-2004), cubren desde artículos de periódicos regionales de la década del cuarenta, hasta conferencias de los años noventa. Zapata escribió en revistas como "Cromos", "Sábado", y sobre todo en "Letras Nacionales", órgano literario que fundó en 1965. Sus cuarenta y dos números aparecieron de modo intermitente a lo largo de veinte años. Antes de convertirse en libros, sus tesis fueron expuestas en esta variedad de artículos.

Su audaz corpus teórico abogó por la cultura de los de abajo, "de los analfabetos y semianalfabetos", como llamaba al ochenta por ciento de los colombianos que son el substrato de nuestra lieratura escrita. Demostró cómo la literatura nace en la conversación del boga, la letra deforme del niño, la copla del tiplero, la prédica del cura. Pensó la nación como un todo, integrado por fuerzas heterogéneas, donde afros y nativos juegan un papel central. Es valiosa su intuición acerca del papel de la espiritualidad africana en el porvenir del mundo. Lamenta que, mientras se admite el influjo de Grecia en la raíz de nuestra cultura, se soslaye el impacto emocional y religioso de Africa en la civilización contemporánea.

 

Alfonso Múnera, en el prólogo, destaca a Zapata como "miembro importante de ese conjunto de intelectuales caribeños y latinoamericanos que en los años cincuenta, sesenta y setenta construyeron el pensamiento poscolonial más rico en intuiciones, metáforas y reflexiones sobre nuestros destinos nacionales".

 

 

Sobre nupcias y ausencias, y otros cuentos

 

Lenito Robinson-Bent nació en la Isla de Providencia, 1956. Se graduó en Educación y Lenguas Modernas en Tunja. Bilingüe por nacimiento en inglés y español, aprendió francés como autodidacta. Cursó maestría de Literatura Francesa en la Universidad de la Sorbona. De esa época, 1984, es la escritura de su primer libro de cuentos. Trabajo como profesor en San Andrés y Bogotá. Vive en Montreal, Canadá.

 

La publicación de su libro "Sobre nupcias y ausencias" en 1988 fue la génesis de la literatura isleña, pues ningún autor nativo había publicado hasta entonces. Sus fuentes remotas son las "anancy", historias traídas dedsde el continente negro por tradición oral, y los relatos de viajes de hombres de mar que salían a trabajar en la construcción del Canal de Panamá o en aserríos de Centroamérica. La muerte es la principal obsesión temática en estos cuentos. Se complementa con el mar, los marineros tatuados, los ancianos, el amor, los nietos criados por abuelos y las ausencias totales. Aparecen en ellos el drama, el prodigio, lo sobrenatural, los sueños y las supersticiones como parte de la cotidianedidad.

 

"Los otros cuentos que aquí se presentan-anuncia Claudine Bancelin en el prólogo-hacen parte de un libro que Lenito tiene inédito y que escribió recientemente en Montreal. La primicia es un abrebocas de su trabajo desde el exilio. Porque es con el mar que incia esta serie de cuentos que se reunirán bajo el título de "Las casas huidizas y otros cuentos sobre fugas".

 

Tambores en la noche: poesía

 

Jorge Artel nació en Cartagena (1909) y murió en Barranquilla (1994). Su nombre de pila era Agapito de Arcos. Fue abogado, funcionario, catedrático y periodista. Viajó mucho dando recitales, en especial en universidades de Estados Unidos. Vivió en Panamá, Medellín y Barranquilla, donde fue rector de la Universidad Simón Bolívar. Fue militante de izquierda y escribió poesía de reivindicación social. Por ello estuvo preso el 9 de abril de 1948 y exiliado en Venezuela, Centro y Norteamérica.

 

Considerado heredero directo de la obra de Candelario Obeso, Artel fue el primero en abordar desde el verso libre la tradición africana en el país, y en suprimir el exotismo y el estereotipo de la poesía de tema negro. Sus poemas parecen canciones, son versos escritos para ser tarareados y ponerles música. Escribió poemas-porro, poemas-bullerengue, con un sentido del ritmo basado en lo percutivo; también poesía conversacional, apoyada en el habla popular con pronunciación caribeña, formas cortadas, trovas, coplas y décimas.

 

Gabriel Ferrer Ruiz, en el prólogo, enumera su temática: "Artel incluye la naturaleza, la cotidianidad del hombre caribe y sus espacios y motivos: el mar, el puerto, el viaje, la búsqueda del otro; también abre el verso a la libertad de otras voces: las del ancestro, las del negro y el blanco en contradicción, las de la naturaleza -el viento, el rugido del mar-, las del ritmo -el tambor, la gaita-, las del cuerpo, la sensualidad del negro y su unión con el entorno".

 

Vivan los compañeros: cuentos completos

 

Carlos Arturo Truque nació en Condoto, Chocó (1927), y murió en Buenaventura (1970). De madre afrocolombiana y padre de ancestro alemán. Estudió en Buenaventura, Cali y Popaán, donde por exigencia paterna cursó un año de Ingeniería. Abandonó esta especialidad movido por la pasión literaria. En esta ciudad publicó sus primeros escritos en revistas estudiantiles, bajo el seudónimo de Charles Blaine. En 1954 se traslada a Bogotá donde forja amistad con los escritores del célebre Café Automático. En 1964 sufre una trombosis cerebral que lo lleva a la muerte a sus cuarenta y dos años.

 

Los veinticinco cuentos que componen la breve obra de Truque son reflejo de su carácter rebelde y de su mirada sobre la discriminación social y racial. Defendió el género del cuento como "descripción exhaustiva de un momento vital", frente a la "demasiada afición de nuestros literatos por la poesía". A partir de 1953, con su cuento "Granizada", se dio a conocer a escala nacional por ganar una serie de premios litearios. Sus personajes, atormentados y excluidos, transitan por la Guerra de los Mil Días, las protestas de la zona bananera, las guerrillas del Llano, los poblados negros del Pacífico.

 

Sonia Nadezhda, una de sus tres hijas, también escritora, enumera en el prólogo sus principales temas: "Uno de los más señalados es la violencia y la guerra, donde hace muy evidente su posición ideológica, su visión del mundo y del país. Sin embargo, no deja de lado otros tópicos como el origen racial, sobre todo si se tiene en cuenta su condición de mestizo; la negritud, a través de la cual recoge tradiciones de sus antepasados negros, la dificultad social, la cuestión afectiva, y finalmente lo religioso".

 

 

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* Biblioteca de literatura afrocolombiana

© Derechos Reservados Ministerio de Cultura

Articulo originalmente publicado en el portal cultural web del Banco de la Republica:

Comentarios: 1
  • #1

    Luisa Marina Gutiérrez Villamil (martes, 08 abril 2025 18:37)

    Muy linda la reseña sobre la literatura infantil afro.



 

 

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