¿Cuál es la mejor forma de cerrar el año 2024 y

comenzar el año 2025?

 

¿Qué nos trajo el solsticio del 21 de diciembre y qué energías debemos aprovechar?

 

Por Marcela Pardo Barrios/1/

Enero, 2025

 

 

Éstas y muchas otras preguntas nos hacemos al llegar a las fechas festivas, de cierres, reflexiones, de perdón, ofrendas, nuevos comienzos e intenciones. 

 

La respuesta siempre está en nuestro interior, es recomendable buscar un espacio de tranquilidad o silencio y dedicarnos unos minutos en soledad o en compañía para realizar un ejercicio de agradecimiento genuino desde el corazón por todos los aprendizajes y todo lo vivido el año que termina, una forma recomendable es escribir en un papel 108 agradecimientos. 

 

Dentro de este proceso de agradecimiento es importante escribir, o enunciar las situaciones, personas o experiencias que deseamos o necesitamos perdonar o que seamos perdonados, en un inicio este ejercicio puede no ser espontáneo, natural o del corazón se puede comenzar con la intención de hacerlo y lentamente esta intención de perdón se va integrando en nuestro Ser, hasta el momento en que sentimos y comprendemos que no necesitamos perdonar, sabemos que todo sucedió como parte de un aprendizaje de vida y no hay “culpables”. Solo somos responsables de lo que sentimos y este día en especial, elegimos sentir profundo amor por nosotros y por los demás, por todas las situaciones y aprendizajes.

 

El segundo ejercicio que se recomienda hacer es intencionar lo que se desea realizar el 2025, proyectar metas y logros que deseamos cumplir teniendo en cuenta que el primer trimestre es de recogimiento, meditación e ir hacia el interior, fortalecer la conexión con lo sagrado para poder iniciar, soltar el control, fluir con las situaciones y no querer controlar nada, no planificar demasiado. Desde el segundo trimestre es importante enfocarnos en trabajar en colectivo, más allá de nuestro ego, conservamos nuestra individualidad, pero el propósito debe ser colectivo, es momento de estar unidos, de compartir y atraer situaciones y personas que vibran en nuestra misma frecuencia. En resumen, se recomienda soltar el punto de vista individualista y volvernos al punto de vista colectivo, sin polarizarnos ni estar en contra de nada, estar a favor de lo que queremos construir. Es momento de atreverse a seguir el corazón, venciendo temores y dudas siendo aguerridos, no arriesgados sin pensar, sí planificando y perseverando en lo que deseamos.

 

El tercer ejercicio propuesto es realizar una ofrenda, una danza, una pintura, un texto por ejemplo en forma de  regalo a la tierra, al sol, al planeta, a la humanidad, a la divinidad o a quien tengamos más cercano, es importante realizar esta ofrenda desde el corazón, como entregando todo lo que somos a nuestros propósitos, al perdón, a un nuevo planeta en armonía y luz, a lo que consideremos como Divinidad o al Gran Espíritu, llamado así por nuestros ancestros. Es un buen momento para hacer introspección, silencio, escucha interior y sembrar intenciones puras.  

 

Según la sabiduría maya ancestral de la interpretación hecha por José Arguelles, el año maya tormenta rítmica azul que transitamos actualmente e inició el 26 de julio de este 2024 y termina el 24 de julio de 2025, nos invita a permanecer en nuestro centro potenciando la meditación o alguna práctica que nos permita permanecer en en plena consciencia de nuestro Ser. Es un año donde se está equilibrando nuestra vida y el planeta, donde todo cambia de modo profundo y radical.

 

El 26 de julio de 2025 inicia el año Semilla Resonante Amarilla, que significa recibir la cosecha de lo que hemos sembrado en años anteriores, sembrar lo que deseamos recibir en los próximos años, es el símbolo de la paciencia y la alta conciencia.

 

Feliz inicio de año con armonía y Luz.

Ama, vive y sé feliz

 

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/1/  Bailarina, Instructora de Yoga Terapéutico y facilitadora de terapias alternativas.