LA CULTURA COMO DERECHO Y EL ARTE COMO FACTOR DE COHESION SOCIAL
Por Juan Carlos Moyano Ortiz
Julio, 2022
La nueva ministra de cultura es un personaje que ha forjado un largo camino en el territorio del arte y que siempre ha tenido ligazón con las pulsaciones de la historia, en un país políticamente propenso a lo dramático y teatralmente cercano a la política, a la opinión crítica frente a las duras realidades del escenario nacional. Como ser humano y como creadora no ha cesado de expresarse de manera múltiple, desde sí misma y desde las voces de quienes no logran ser escuchados. Jamás ha ocultado su espíritu rebelde ni su militancia revolucionaria y ha sido sincera en sus posiciones como mujer y como artista.
Viene de la base, del trabajo laborioso haciendo teatro, poesía, gestión cultural, perteneciendo a uno de los grupos emblemáticos que le ha dado al teatro colombiano sentido de identidad y proyección internacional. Ahora, en una situación inédita, acompañada de un equipo eficiente y con el respaldo del movimiento artístico, puede lograr que la nación entera se fortalezca, desarrollando valores esenciales, propiciando condiciones para que ocurra el florecimiento cultural que estos tiempos aciagos demandan, porque el nuevo gobierno recibe un país menoscabado por la corrupción y maltratado por la violencia endémica.
A diferencia del presidente saliente, Gustavo Petro ha sido responsable al asignar en esta cartera a una mujer que conoce las circunstancias culturales del país, para que encabece una tarea que ningún otro gobernante ha vislumbrado en sus amplias dimensiones humanas y sociales. Salvo excepciones notables, en los últimos gobiernos los altos cargos fueron producto de conveniencias politiqueras y se eligieron ministros sin mucho conocimiento de los asuntos medulares del ente institucional encargado de regir y aplicar las políticas culturales del estado. El expresidente Duque probó con dos ministras que no dieron la talla y con un ministro naranja que quiso materializar los propósitos de un mandatario con ideas limitadas, que redujo su concepción del arte a los parámetros de lo empresarial y que intentó convertir a los artistas en emprendedores supeditados a hipotéticos mercados de bienes culturales.
Patricia Ariza tiene un reto exigente porque la cultura en Colombia ha sido tratada en forma despectiva. Sus primeras declaraciones ya anuncian cambios fundamentales y propósitos que pueden aportar perspectivas, en una institución llamada a cumplir papel protagónico en el experimento de un país que necesita recuperar autoestima, para enfrentarse a nuevas expectativas frente a lo creativo. El arte está más allá de la formalidad, es factor de evolución de las culturas y expresa sentimientos, emociones, mundos posibles y realidades que nos hablan de épocas y complejidades y que nos transmiten la posibilidad de superar lo pedestre para extender las alas del conocimiento y la imaginación. El espíritu de un pueblo se cualifica cuando se logra sensibilizar, respecto a las maneras de existir en concordancia con los congéneres, con la naturaleza, con el universo de signos y símbolos que componen lo que cada uno logra ser y lo que consigue en su conjunto una sociedad dinámica, una nación de diversidades.
Pero en Colombia la posibilidad artística no ha sido para todos y la riqueza cultural no es apreciada plenamente. Da optimismo pensar que la nueva ministra no es cuota política, ni persona elitista, ni encarna intereses particulares y, por el contrario, además de su experiencia y conocimiento, representa un sentimiento amplio, generalizado, de los movimientos de arte y cultura, en los epicentros y en las regiones. Sus declaraciones son congruentes con el planteamiento de Gustavo Petro, que sin duda es uno de los presidentes mejor preparados, con acervo cultural y cercanía al humanismo filosófico y estético de una época de convulsionadas resonancias, donde muchas veces el arte ha tenido aliento renovador y ha fortalecido las raíces. En Colombia lo artístico y lo cultural han estado del lado de la vida y tal vez por eso, fenómenos como el estallido social, no solo se redujeron al descontento y a la confrontación, mostraron que hay una generación que se expresa con arte y que encuentra en la paz motivaciones para aportarle a Colombia cambios profundos, que el sensacionalismo de algunos medios y el manejo de la información han pretendido soslayar.
Los artistas colombianos han logrado que la memoria histórica no sea borrada arbitrariamente, generando reflexiones y miradas distintas que expresan las sinfonías interiores de millones de seres que padecen la historia suscitada por los conflictos interminables y la descomposición de las instituciones. La ministra habla de reconocer a los artistas y valorar la importancia que juegan los procesos culturales en la reconstrucción de un país que ha sido devastado, una y otra vez, por el desamparo, la agresividad y el irrespeto continuado contra los derechos fundamentales, que son inherentes a una sociedad verdaderamente democrática. En ese sentido, es reconfortante que el arte y la educación lleguen a todas las personas, de todos los estratos socioeconómicos, de todos los territorios y orígenes étnicos. De otra manera, sería casi imposible superar tragedias indelebles que subyacen y se evidencian en las oleadas de violencia, que no cesan todavía y siguen siendo un gran escollo que impide conseguir paces auténticas, en el marco de aspiraciones genuinas, que buscan cerrar el círculo de odio y venganza que ha caracterizado los derroteros históricos de las últimas décadas.
Ante el nombramiento de Patricia Ariza no han faltado los contradictores que acuden a la cizaña y a posiciones descontextualizadas. Es parte de las armas sucias de algunos políticos y ciertos periodistas que trafican con la vileza para colocar talanqueras a iniciativas de honesta intención. Cierta comunicadora española, que ha estado al servicio de políticos mendaces y ha defendido los preceptos más atrasados del establecimiento, se ha lanzado en ristre contra la nueva ministra. Esta periodista siempre la emprende contra aquello que se sale de sus esquemas odiológicos cercanos al neofascismo. Ella piensa con prepotencia colonial y parece vocera de quienes oyen la palabra cultura y desenfundan amenazas.
Pero la ministra artista es tesonera, sobreviviente de una generación lúcida que el oscurantismo quiso acabar y por eso es capaz de imprimir un sello diferente, con la consciencia de aportarle al país cultural nuevas condiciones, otros elementos más frescos e incluyentes, para que Colombia pueda aspirar a una paz naciente, donde lo artístico sea un rasgo de identidad para este territorio mágico y paradójico que, efectivamente, es una potencia de la vida, más allá de los despojos que nos han dejado los corruptos, los violentos, los mezquinos y la voracidad insaciable del poder. Patricia Ariza se ha comprometido a tener dialogo con los artistas y a transversalizar lo cultural con otros ministerios, permeando opciones de desarrollo integral, porque “la cultura no es un adorno, es un derecho”. El movimiento artístico la respalda con un consenso poco frecuente, que habla de la empatía con el cambio y con las reformas ministeriales que pueden suceder, para que la cultura colombiana ocupe un lugar digno y tenga importancia en la construcción de un imaginario pacifista, más humano e inteligente, en una nación que debe superar los abismos y los miedos.
Ricardo Estupiñan (martes, 26 julio 2022 15:39)
Efectivamente, Patricia Ariza es otra escogencia muy atinada de Gustavo Petro. Colombia estaba esperando verdaderos representantes de la gente en los ministerios, personas que hayan luchado toda su vida y que han demostrado coherencia entre su trabajo profesional y su ideal de nación justa y democrática. La cultura nos identifica como pueblo, nos hace amar la tierra, nos permite compartir sin egoísmos. El arte es el arma para defender todos esos valores cuando somos aplastados de todas las formas posibles en la defensa de lo nuestro.
Mejores personas no podría estar escogiendo Gustavo Petro. Esperemos que la brutalidad no frustre su proyecto, que es el sueño de los colombianos aún de los que no votaron por el. Ayer una jurista destacada me dijo algo que puede ser la introducción de una oda a la cobardía: “Soy antipetrista, pero no por lo que es o representa Gustavo Petro…….sino por lo que es capaz de hacer la ultraderecha en Colombia y lo digo con conocimiento de causa”
William Fortich Palencia (lunes, 18 julio 2022 16:40)
Muy buen artículo Juan Carlos. Sólo apuntar que el cambio propuesto por todo el movimiento que hizo posible que Petro y Francia llegaran a la presidencia y Patricia fuera ministra, entre otras, debe pasar por despojarnos cada uno de viejos conceptos y apretarnos el cinturón de la inteligencia para no seguir confundiendo a Cultura con Civilización y a estas dos con Entretenimiento, así como separar el pensamiento binario del pensamiento complejo. Porque fue así donde Duque; Moreno y Buitrago desde el BID se equivocaron y se les pudrió la Naranja. Y veo a mucha gente de izquierda e incluso socialistas confundidos/as con estas categorías, y entonces el avance será neutro.
Luis Alfredo Santamaría Caro (lunes, 18 julio 2022 15:26)
Por mi parte estoy muy contento de saber que el ministerio de cultura lo asume una Artista y no un amiguis del gobierno de turno, ahora si hay que comenzar a cambiar el discurso de que no se puede vivir del arte y darle total apoyo a los jóvenes que sienten inclinación por el arte.
Guillermo Prieto (lunes, 18 julio 2022 15:02)
Cómo actor y director de teatro, en buena hora, llega al ministerio una artista, que en realidad conoce las necesidades y posibilidades del arte. Todo nuestro apoyo, respaldo a nuestra ministra Patricia Ariza.
Maria Eugenia blanco Esteban (lunes, 18 julio 2022 08:00)
Colombia lo nesecita urgente la cultura nos identifica nos une .es un reflejo a el amor un cambio de pensamiento ...calma la violencia ...nuestros niños jovenes ancianos artistas reclaman ese apoyo ......con gusto mí apoyo a el aporte a nuestra cultura ....en nuestro plan.....
Piedad Jurado (lunes, 18 julio 2022 06:56)
Juan Carlos, recoges el sentir de muchos que ante el grado de violencia y corrupción ya no veíamos posible que a nuestra querida Colombia le llegara el cambio. Este momento histórico nos llena de alegría y esperanza. El nuevo gobierno lo que hace es reconocer en Patricia Ariza y en su labor tesonera, la labor de todos los que estamos en cada rincón de Colombia convencidos de que es con el arte y no con las armas que construimos patria. Para Patricia buen viento y buena mar!! Desde aquí dispuestos a aportar.
Jorge Eliecer Valero (domingo, 17 julio 2022 22:53)
Quiero resaltar algunos momentos que han sido puntualizadod en la presentación del señor Moyano y stisbar otras, que creo nos comprometen. Hay una mirada interior a nuestras identidades, donde lo regional es un marco inmediato, pero donde lo colombiano lo nacional ha sido vulgarizafo y llevado a la impotencia y la demencia de las violencias impuestas. Encontré esa condición expresada en un joven campesino en una forma netamente teatral, no podría expresar la condición del silencio impuesta por el accionar de grupos armados en confrontación, solo le quedaba el GESTO.
Encontramos en las cercanías del portizar hablando con Álvaro Neil Franco poeta amigo de Barbosa, Santander,la tarea prescindible de la poesía al demarcar ese mismo SILENCIO.
Definitivamente debemos partir de la ESTÉTICA, para recrear nuestras realidades, reconstruirnos o reconstruirnos dese lo emocional, desde los sentimientos, aún desde los sueños como territorios conquistados, en esta desazón social.
Retomo otra conversación con aquellos viajeros europeos que no han faltado a la hora de reencontrar una humanidad redescubriendo nuestra precolombianidad, me decía Roberto Macarello, Fotógrafo, Que nosotros nos dormimos fe 500 años de conquista colonización y saqueos, y que no veíamos como su país Italia, lo había sufrido desde la alta edad media quizá por ,10 siglos. Que hace tan particular está época de nuestra patria.? Creo que son las alternativas sociales, las creaciones colectivas de sociedad, el atreverse a inventarnos los artistas que somos o podemos ser.
Comparto aquella conjetura que retomo de Moyano de ver el arte como una ligazon social del artista y un crecimiento social de está situación. Acudo a ejemplos de artistas que he topado en mi acompañar. Pacho Toledo, después de autovonsudetsrsr artista, como pintor boyacense, se deja convencer de esa juventudes rebeldes que le recuerdan una universidad como espacio espiritual y vital de la sociedad. Y lo encontramos luego con un grupo de artistas viviendo el día a día noche a noche con su grupo de artistas de la U. N. Cuando una comunidad del barrio la Pola de Chiquinquira, quiere que El cree una escultura de la POLA, y solo tiene algo así como 7 millones, y Pacho les confronta diciendo que eso solo puede ser la mitad de su valor, pero que no importa que con su empuje conseguirán el otro 50% y así lo logran con el apoyo empresarial e incluso veo municipal, nos demostró ese carácter social del artista y de la obra. Aquella obra la crestón esa comunidad y ese artista con concurrencia de sus coterráneos.
Igual por aquella época retomo la memoria de Pedro Jurado pintor famoso por aquellos bajorrelieves de personalidades nacionales pero también chiquinquireñas, como Jeton Ferro, o el poeta Julio Flores inmortalizadis en un gesto acuñado en Madera. Y cuando estaba de vacaciones por Chuscas municipio natal se encontró con la celebración de las fiestas de pueblo, y su sorpresa no dejo de escaparse cuando la comunidad se alegro del encuentro porque necesitaban un líder artista para participar en el reinado de belleza de Soata (puedo equivocarme pero era un municipio que toda la vida habían sido enemigos ideológicos de aquellas querellas de la violencia). Y no tuvo alternativa, crear si fuera Kun Bellovino de Oro si mal no recuerdo, y participar de tal evento donde eso sí lo recuerdo intensamente, la designación de la reina, era no más ni menos estar entregados hasta las vísceras por tal decisión.
Julio César Montaño (domingo, 17 julio 2022 22:52)
Este artículo te coke el sentir de los colombiano en nuestro caso hacemos un llamado a visibilizar la cultura del Kurrulao y no se olviden de Tumaco y su sector cultural
Luz Eugenia Sierra (domingo, 17 julio 2022 22:32)
De acuerdo. La cultura, esa cenicienta inveterada, recupera su voz en la faena de constituirse en artista de la paz.
Mario Armando Jiménez Medina (domingo, 17 julio 2022 20:30)
Creo en la cultura como un derecho fundamental yen los cultores y artistas como expresión viva de la época en que tenemos nuestra oportunidad de existir, es privilegiado el momento coyuntural que unió al progresismo político y el cambio cultural y por ende cada hecho que en esta materia se logra concretar en favor de la resignificación y dignidad del artista.
Roberto Robles Castrillo (domingo, 17 julio 2022 20:17)
Maestro Juan Carlos, si analizamos lo que expresa la Ministra Patricia Ariza, siempre prioriza las artes, y pone la cultura como factor de cohesión social.
Acudiendo aquí a esa distinción sobre aquello son las artes y lo que es la cultura.
Siendo coherentes con lo escrito y la realidad, el título del artículo deberia ser:
El arte como derecho y la cultura como factor de cohesión social...
¡Es con mucho aprecio!
Jairo Quintero Lozano (domingo, 17 julio 2022 18:59)
Es el Renacer de la Esperanza porque estamos iniciando henchidxs de Alegría
La Construcción del nuevo país,el País de la Vida Digna,La Cultura como el vehículo en la vía hacia la Paz ,la Democracia y la justicia social.
Emma Estrada Martínez (domingo, 17 julio 2022 14:39)
Qué importante contar al frente de una representación de Cultura con alguien que integre y revitalice socialmente, esa gran diversidad cultural de nuestro hermano país, Colombia y sus ricas y amplias regiones Bioculturales. Con ello gana toda América Latina. Desde México con profundo cariño.
Luz Marina Cruz Murcia (domingo, 17 julio 2022 12:51)
Es lo mejor que le ha paso a este país tener este presidente y ministra de cultura.
Édgar Rodríguez Cruz (viernes, 15 julio 2022 13:30)
El proceso de construcción de una nueva sociedad es ante todo una transformación cultural, tal como lo expone Juan Carlos Moyano. En este sentido, el nombramiento de Patricia Ariza en Min Cultura pone sobre la mesa el compromiso social, histórico e integrador de la cultura. Toda la energía para Patricia Ariza en su nuevo reto!