Salvar un árbol es salvar la vida propia

Por Édgar Rodríguez Cruz

Octubre, 2024

 

 

Es un momento crítico para la vida del ser humano en la Tierra, grandes ríos en todo el mundo se están secando de forma dramática. El río Po en Italia, Rin en Alemania, Danubio en Rumania, el Yangtze en China, el Colorado en EEUU, el Paraguay en Paraguay, el Negro en Brasil, el Cauca en Colombia y el Amazonas en Brasil y Colombia, son solo algunos casos que demuestran la gravedad de la emergencia ambiental en el planeta.

 

La situación es de enorme complejidad, pues estos grandes ríos recogen afluentes de extensas regiones durante su recorrido, lo que significa que una enorme red planetaria de ríos, riachuelos y arroyos está desapareciendo. Además, estas son redes de vida interconectadas con la salud de los bosques, condensación de nubes, nacimientos acuíferos en las montañas, ojos de agua, humedales, océanos y todo tipo de formas de vida.

 

Es imperativo resaltar, la obviedad, que está en riesgo la existencia del ser humano no la del planeta. Tal como van las cosas en menos de 20 años la humanidad estará afrontando una crisis de agua potable y alimentaria que la podría llevar a la extinción. Sin humanos la Madre Tierra en breve tiempo retomaría su equilibrio ecosistémico y continuaría oronda y hermosa con sus 4.540 millones de años, en plena juventud, curada del virus sanguinolento que inmisericorde e insaciable le desgarra las entrañas.

 

Existe multiplicidad de elucubraciones que exponen, científicamente, la causalidad de la situación climática. El aumento de la temperatura a nivel global, la aceleración del proceso de evaporación, la ruptura del ciclo del agua, la falta de lluvias en las zonas altas, el agotamiento de las fuentes subterráneas, la alteración radical de la interconexión planetaria y muchas explicaciones más, sin embargo, todas conducen a lo mismo: la “deforestación”,  siendo esta una causa cultural referida al modelo de sociedad.

 

Si bien la cultura occidental ha tenido grandes avances tecnológicos, se ha generalizado una profunda ignorancia sobre las formas de vida en el planeta, un irracional desconocimiento sobre la interconexión planetaria en donde todo es importante para el equilibrio ecosistémico del que el ser humano depende para garantizar su existencia y que, por lo mismo, debe estar profundamente agradecido y cuidarlo.

 

Las creencias y religiosidad son identidad y relacionamiento sublime emanado de la espiritualidad profunda de cada ser. El hecho de creer es cultural en su particularidad integradora con la vida y la naturaleza, un acto de fe ecuménico compartido por la especie humana. En este sentido, la cultura occidental ha separado la espiritualidad de la naturaleza, partiendo del supuesto absurdo que la Tierra es un mero factor de producción y la naturaleza está compuesta de seres inanimados y animales creados para su usufructo material, apartándose de forma arrogante y estúpida del origen planetario primigenio que posibilita su génesis y existencia.

 

Resultado de esto, la sociedad mundial, occidentalizada, se ha convertido en una máquina de destrucción y muerte que todo lo devora, como el personaje Kaonashi (Sin Rostro) de la película “El viaje de Chihiro” de Hayao Miyazaki, una criatura que engulle grandes cantidades de comida y se vuelve más peligrosa por no poder controlar sus deseos. 

 

En contraposición a esta mirada obtusa y materialista, las cosmovisiones andinas y amazónicas, que son parte de la identidad multicultural colombiana, fundamentan su conexión con lo divino a partir del reconocimiento y respeto por la vida, especialmente por la Madre Tierra y todos los seres que la habitan.

 

En estas miradas de mundo los árboles, junto con las montañas, ríos y otros seres naturales, son vistos como hijos de la Pachamama, seres que la protegen y alimentan de su energía. Se considera que los árboles al crecer y extenderse hacia el cielo ayudan a la Pachamama a mantener el ciclo de la vida y la fertilidad, un ser sagrado que conecta el mundo terrenal con el mundo espiritual.

 

Las explicaciones científicas de la actual crisis ambiental demuestran la veracidad del pensamiento andino-amazónico referida a la interconexión planetaria y el equilibrio ecosistémico. Por lo mismo, la solución a la crisis se encuentra en aculturar el respeto y cuidado por la naturaleza, tal como lo cantan taitas y abuelas desde sus respectivas tradiciones ancestrales.

 

Es un momento crítico en donde cada persona puede actuar ya mismo y generar los cambios necesarios. La cuestión está en respetar todas las formas de vida en la naturaleza y que esta actitud indique las pautas de consumo. Es fundamental proteger cada uno de los árboles, impedir su tala en todos los lugares del planeta, en el país, en la ciudad, en el barrio. Proteger un árbol es un acto de vida, si quiere verse de manera egoísta, salvar un árbol es salvar la vida propia y la de los seres queridos.

 

Hoy se demuestra que el modelo de sociedad occidental está obsoleto, que es un momento de pensar e implementar tipos de desarrollo inspirados en cosmovisiones respetuosas de la vida y la naturaleza, pues, de no parar el comportamiento depredador suicida, la humanidad pasará como un mal sueño en la historia milenaria de la Madre Tierra.

 

Comentarios: 21
  • #21

    Javier Monsalve (lunes, 14 octubre 2024 17:10)

    Apreciado Edgar. Han pasado más de cuarenta años desde aquel día que en una sala de cine y `por accidente vi la película Koyaanisqatsi. Esa reflexión reflejada en imágenes sobre el medio ambiente me sorprendió. Unos años màs tardes tuve la ocación de volver a ver esta película en una sala de cine en Lodz, Polonia, ciudad donde tuve el placer de conocerte y compartir agradables momentos de nuestar vida estudiantil. Hasta el día de hoy cada vez que profundizo en el tema ambiental me embriaga y apodera la frenética música de Piliph Glass, autor de la música de esa película y se filtran y mezclan con imágenes y sonidos que provienen de la película El Muro, con su la vehemencia desgarradora de la guitarras de Pink Floid, develando la depredadora fuerza de la civilización y el consumismo que la soporta. Entonces, quizas lentamente pero cada vez con más intensidad el tema de lo que llamabamos MEDIO AMBIENTE y ahora EL AMBIENTE empezó a formar una parte de mi vida. La preocupación ambiental que hoy debería ser un imperativo por la urgencia y la magnitud del problema había tocado años antes cuando yo como adolescente, buscando desnudos de la linda Brigitte Bardot me enteré que esta linda mujer había caido en la insólita y curiosa idea de salir a protestar por la defensa de las ballenas y las focas. Recuerdo que en aquel entonces su señal de alerta era por las grandes mayorías tratado como un acto de excentricidad. La canción protesta bajo la influencia del hipismo empezó a sacar en su repertorío algunas canciones psicodélico ambientales y entonces la canción América India de Lukas pasó sin censura en 1975 tal vez por su cándido pero conmovedor mensaje: `vamos a cuidar hermanos, las rosas de América`. En 1976 aparece la impctante canción El Progreso de Roberto Carlos, pero aunque tarareaba la canción no me di a la tarea de averiguar que quería decir con eso del CONSENSO ambiental. Los años pasaron y como cada ciudadano del mundo me he conmovido con temas como el calentamiento global, la muerte de los ríos, pero mis esfuerzos no iban más allá de segregar las basuras Sólo hace algo más de 10 años en una estancia que hice en Colombia de varios años me vinculé con personas entregadas al cine ambiental en festivales y producción aundiovisual. Fue cuando mis ojos se abrieron a toda esta preocupación que la humanidad pretende ignorar pero que se hace ineludible e inmediata. Como bien te lo he hecho saber he estado conociendo y participando en la difusión de la conciencia ambiental en festivales de cine, cruzadas de defensa y protección ambiental, Junto con Mauricio Gómez en Santander iniciamos el movimiento por la defensa y recuperación del río de Girón, fui durante varias ediciones director de un festival de Medio Ambiente, instructor audiovisual y cinematográfico. He participado en la difusión de la defensa del territorio en la lucha contra el fracking. Mi corazón late fuerte por la defensa y protección de la madre tierra. ¿Que quería yo decir con todo esto? Quizás quería ufanarme un poco y decir qe no fui tan malo con el planeta y que hubo algunas personas que quisieron salvarnos pero no supimos escucharlos. Quizas quería señalar que pasé toda mi edad adulta para llegar a adquirir una conciecia ambiental. Quizas mi gesto sea tardío y quizas inutil ante las fuerzas destructivas del gran capital. Quizas nuestros hijos y nietos no alcancen a salvar esta tierra que como decía el grupo MANÁ está a punto de partirse en dos, pero hasta el último segundo debemos hacer uno y mil esfuerzos por salvar el planeta que significa salvarnos a nosotros mísmos.

  • #20

    Israel Rodríguez González (jueves, 10 octubre 2024 08:39)

    Cruda realidad que hace pensar que estamos a tiempo para evitar que la raza humana se extinga . En Bogotá se viene realizando un programa de arborizacion urbana :"BOGOTÁ REVERDECE", si hay un espacio donde se pueda sembrar árboles , pase la voz al Jardín botanico y seamos padrinos de los árboles nativos que se pueden sembrar . En el caso de FONTIBÓN se cuenta con 20 mil árboles para sembrar. Manos a la obra que todavía estamos a tiempo.

  • #19

    Paola Díaz (miércoles, 09 octubre 2024 15:28)

    Querido Edgar, me encanta tu escrito, y a la vez me da tristeza ver como estamos de mal como seres humano, se que existimos muchos que desde su posición y desde su entorno aportamos para cuidar y sanar las heridas que por años hemos causado, no es fácil y a diario es desalentador, este sentir de impotencia por no ver un cambio para mejorar, pero como dice el dicho la esperanza es lo ultimo que se pierde. Continuamos en la lucha, resistencia y realizando aportes de reflexión como este que escribiste... hay mucho por hacer y poco tiempo, ojala entendamos eso.
    Gracias por Compartir

  • #18

    Gloria María Domínguez S (miércoles, 09 octubre 2024 11:57)

    Que interesante, conmovedor, preocupante y realista este artículo. Quizás no podamos cambiar el mundo, pero si empezamos por nuestro entorno estamos aportando un granito de arena. Y al hacerlo es una onda expansiva que toca otros entornos en este entramado energético.

  • #17

    Cristiana Maria Lagos (martes, 08 octubre 2024 09:29)

    En Colombia se talan 500 hectáreas de bosque al día. El daño es irreversible.

  • #16

    Édgar (lunes, 07 octubre 2024 22:41)

    Gracias viejo Álvaro!
    El rol de los medios alternativos y comunitarios es fundamental para develar esas otras narrativas y miradas de sociedad. También es clave la acción comunitaria, tal como lo comentas, fortalecer el espíritu colaborativo y solidario. Darnos la mano, movilizarnos por la defensa de la naturaleza.

  • #15

    Álvaro Enrique Sánchez Carrillo (lunes, 07 octubre 2024 21:01)

    Apreciado Edgar es muy interesante lo que planteas sobre el comunitario, he trabajado con la comunidad y se han logrado algunos aspectos positivos. El gran problema es que la gente casi siempre piensa es en sí misma, lo colectivo no lo sienten como suyo, la envidia, la forma de crianza, la cultura en la que han vivido han cegado a algunos. He realizado un experimento en el barrio en un pequeño espacio al aire libre, he sembrando plantas de tomate de árbol, de lulo y varias veces se las han robado, ahora hay algunas y también hay uchuvas. Algunos van y recién el fruto, pero no ayudan a cuidar. Me gusta el discurso, lo ideal es colocarlo en práctica. Ver una cosmovisión diferente
    Poder mostrar a la comunidad a la región, al país, al mundo que es posible. ¿Qué propones para esto?

  • #14

    Marisol Palacio (lunes, 07 octubre 2024 19:21)

    Salvar un árbol es salvar la vida propia mejor título imposible!!! Felicitaciones por visibilizar la obsolescencia del modelo occidental en la protección de la madre tierra y recordarnos que siempre ha sido una sola y sigue siendo joven !!! Gracias por traernos cosmovisiones de pensamientos, palabras y emociones de hombres y mujeres renovados en la belleza de la naturaleza, siempre evocando la prudencia y humildad de su espíritu !!!

  • #13

    Claudia P. (lunes, 07 octubre 2024 19:05)

    De acuerdo, nunca es tarde para tomar acciones y evitar que la tierra siga en decadencia a manos del hombre, no olvidemos lo vital que es nuestra madre tierra y todo lo que nos provee.

  • #12

    Édgar (lunes, 07 octubre 2024 18:58)

    Viejo Álvaro, muy válida la pregunta, gracias.
    El modelo económico en que vivimos genera una tensión sobre la Tierra en procura de obtener beneficios comerciales a través del mercado. Solo por citar un caso, cientos de hectáreas de bosque se tumban para la comercialización de madera, expandir la frontera agrícola para monocultivos o incrementar la crianza de ganado. No es eso una actitud depredadora de la naturaleza? La alteración del cambio climático resultado de esta actitud no es un argumento para declarar la obsolescencia de ese comportamiento cultural?
    Respecto del modelo que debemos construir, en primer lugar debemos parar ya la tala de árboles y declarar los Derechos de la Madre Tierra. Un modelo de sociedad es un constructo cultural, ratificado por la usanza y cotidianidad. Eso significa que sin esperar a una orden superior, tú, yo y tod@s podemos revolucionar el modelo de sociedad a culturando hábitos que respeten la vida y la naturaleza. Desde el grupo de investigación “Terra Nova”, del cual hago parte, hemos avanzando en el diseño de una modelo económico-cultural que hemos denominado “Desarrollo Periférico” enfocado en fortalecer la calidad de vida (suma kausay) e las familias en las zonas rurales indígenas y campesinas, lo que descongestionaría la tensión sobre las ciudades y la necesidad de abastecimiento por medio de economías de escala. Un modelo de “Desarrollo Periférico”, podría potencializar el comunitarismo y por esta vía, la participación ciudadana, condiciendo la democracia, hacia su versión directa, frenando la acción del clientelismo y la corruptela.
    Obviamente, este es un esbozo, excesivamente ligero, que ante todo invita a la reflexión.
    Para finalizar recomiendo investigar sobre la multiplicidad de “Alternativas al Desarrollo” en donde te podrás encontrar con grandes pensadoras y pensadores que vienen planteando propuestas de importancia y validez para construir otros tipos de sociedades.

  • #11

    Diana E. (lunes, 07 octubre 2024 18:30)

    Leerlo me recuerda sus clases de antropología económica. Gracias profe!

  • #10

    PEDRO JULIO ALDANA ALONSO (lunes, 07 octubre 2024 18:10)

    Felicitaciones Edgar y a los que hacen posible la publicación.

  • #9

    PEDRO JULIO ALDANA ALONSO (lunes, 07 octubre 2024 18:09)

    Muy de acuerdo con los planteamientos con los que se aborda la importancia de los árboles, especialmente los nativos. Simplemente preciso que la clave de la protección de los bosques, selvas, bosques seco tropical. Páramos, subpáramos, bosque alto andino. Y las cuencas hídricas indistintamente de su tamaño, junto con los humedales, lagos y lagunas, requieren de una restauración ecológica y del correspondiente mantenimiento sostenible a esa restauración realizada. Es un camino que aprendí a recorrerlo desde la Secretaría Distrital de Ambiente, el Jardín Botánico de Bogotá, la CAR Cundinamarca, la Alcaldía Local de San Cristóbal y la Corporación Vida del Río Fucha-CORVIF. Donde he podido trabajar en restauración ecológica.

  • #8

    Álvaro Enrique Sánchez Carrillo (lunes, 07 octubre 2024 14:55)

    Si el modelo occidental es obsoleto, depredador y no es el indicado ¿Cuál sería el modelo propuesto por nuestro Director Edgar Rodríguez?

  • #7

    Wilson (lunes, 07 octubre 2024 13:42)

    Muy de acuerdo con mi amigo Edgar; agregaría que está comprobado científicamente que los árboles se conectan por medio de sus raíces y se comunican a cientos de kilómetros, se está perdiendo también esa interconexión. Hay gente que no está enterada aún de los llamados “chaimtrails” aviones esparciendo químicos en el medio ambiente para cambiar artificialmente la temperatura con el fin de alterar el equilibrio natural y adueñarse de los recursos del planeta, sería interesante un artículo al respecto pues tienen mucho que ver con la alteración del ciclo del agua en muchas partes del mundo.

  • #6

    Marte (lunes, 07 octubre 2024 13:37)

    Muy de acuerdo con el artículo, gracias por este tipo de publicaciones.

  • #5

    Luz Marina Niño Piña (lunes, 07 octubre 2024 13:33)

    Gracias Edgar, el mundo moderno a olvidado la importancia y el valor de la naturaleza y como parte de esa naturaleza debemos proteger a todos los seres vivos más aún a las plantas y los árboles como seres sintientes indefensos, importante inculcar en las nuevas generaciones estos saberes, gracias!

  • #4

    Carolina Rojas (lunes, 07 octubre 2024 12:40)

    Que buena Columna.

  • #3

    Eduardo Beltrán (lunes, 07 octubre 2024 10:30)

    Apropiada reflexión para un momento que exige sujetos capaces de cambiar la historia. Yo llamaría sin temor las cosas por su nombre, el problema es el capitalismo y sus elites codiciosas en el poder

  • #2

    Lilia Gutiérrez Riveros (lunes, 07 octubre 2024 10:03)

    Gracias Edgar por este editorial. Ojalá esta preocupación que expresas acerca de la importancia de los árboles y de los ecosistemas se vuelva colectiva. Tengo la esperanza que cada vez más personas respeten y cuiden la naturaleza.
    Como dices, el planeta se renueva, la vida humana es la que está en riesgo.

  • #1

    Luisa Luna (lunes, 07 octubre 2024 09:32)

    Muy oportuno el llamado a la movilización por el cuidado y la protección de los árboles. En Bogotá permitimos el arboricidio de Claudia López, con Galán está pasando lo mismo.